
Costa Rica recibirá y albergará temporalmente a 200 migrantes asiáticos deportados por Estados Unidos antes de su repatriación, en un proceso financiado y supervisado por la OIM
El Gobierno de Costa Rica anunció que este jueves 20 de febrero recibirá un vuelo con 200 migrantes asiáticos deportados desde Estados Unidos. Estas personas, originarias de países de Asia Central y la India, serán trasladadas al Centro de Atención Temporal para Migrantes (CATEM) en el cantón de Corredores, cerca de la frontera con Panamá.
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El proceso de repatriación es completamente financiado por el Gobierno de Estados Unidos y supervisado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que se encargará del cuidado de los migrantes durante su estadía en Costa Rica. Este acuerdo refleja la colaboración entre ambos países en temas migratorios y humanitarios.
Acuerdos regionales y estadía de migrantes asiáticos
Este esfuerzo se enmarca en una serie de acuerdos regionales para gestionar la migración irregular. Panamá ha implementado medidas similares, recibiendo recientemente a 299 migrantes deportados desde Estados Unidos, de los cuales 171 han aceptado regresar voluntariamente a sus países de origen. Sin embargo, 128 migrantes se resisten a regresar debido a preocupaciones por su seguridad, lo que ha generado críticas y cuestionamientos legales sobre el proceso.
El ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, explicó que su país estableció un protocolo conjunto con Costa Rica para el retorno de migrantes irregulares. Este protocolo contempla la concentración de los deportados en centros de atención temporal, como el CATEM en Costa Rica, antes de su traslado a otros puntos fronterizos. Algunos de estos puntos incluyen Metetí en Darién (Panamá) y Los Planes de Gualaca. Finalmente, los migrantes son repatriados por vía aérea o marítima. Todo este proceso se lleva a cabo bajo un memorando de entendimiento firmado con Estados Unidos.
Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia, las medidas para controlar la inmigración irregular se han endurecido. Entre las estrategias implementadas destacan las deportaciones masivas y los acuerdos con países de tránsito, como Costa Rica y Panamá, para gestionar el flujo migratorio.
Supervisión de la Organización Internacional para las Migraciones
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de las Naciones Unidas, desempeña un papel clave en este esquema. Su labor consiste en supervisar el trato recibido por los migrantes durante su estancia en Costa Rica y Panamá. Según informó The New York Times, la OIM no ha emitido comentarios sobre su participación en este proceso. Sin embargo, su presencia garantiza que los derechos de los migrantes sean respetados mientras se encuentran en tránsito.
Tanto Costa Rica como Panamá han destacado que el financiamiento de estas operaciones proviene completamente del gobierno estadounidense. Esto representa un alivio económico para los países receptores, que de otro modo tendrían que asumir los costos asociados a la gestión migratoria.