Un cultivo fuerte tiene un buen crecimiento, resiste a las plagas y enfermedades y tiene la posibilidad de producir más y mejor cacao en forma sostenible.
El cultivo del cacao manejado adecuadamente con abonos orgánicos y abono foliares, enriquecido con los bio-minerales, crece más y presenta mayor área foliar. Estas plantas toleran las enfermedades y plagas, mejor que las plantas no abonadas y la incidencia de enfermedades y nemátodos que son gusanos tan pequeñitos que viven en el suelo y no afectan su rendimiento.