En menos de una semana, al menos cinco personas han perdido la vida por sumersión en diferentes puntos del país, según reportes de medios locales

Dos hombres que habían sido reportados como desaparecidos fueron encontrados sin vida por sumersión en lugares separados del territorio nacional. El primero, Albert Varela, conocido como “El Sumo”, desapareció el 22 de septiembre en el río Hato Grande, municipio de Villanueva, Chinandega. Su cuerpo fue hallado por lugareños, arrastrado por la corriente, quienes lo reconocieron en el lugar.

El segundo caso ocurrió en Jinotega, donde se localizó el cuerpo de José Dionisio Méndez Aráuz, de 21 años, en el río Bocay tras varios días de búsqueda. La Policía Nacional mantiene abiertas las investigaciones para descartar que haya intervención criminal.

Su recuperación ha generado consternación en las comunidades afectadas, pues muchas de estas desapariciones eran objeto de una intensa movilización local con la esperanza de encontrarlos vivos.

Aumenta número de muertes por sumersión en días recientes

Desde el fin de semana del 20 de septiembre, La Prensa ha contabilizado al menos cinco personas fallecidas por ahogamiento en diferentes regiones de Nicaragua.

Entre los casos se encuentran:

  • Dos adolescentes de 14 años que murieron en la Laguna de Apoyo, en Granada, tras sumergirse en zonas profundas del cuerpo de agua.
  • Axel Noel Raudez, de 18 años, quien falleció en el Lago Cocibolca (Isla de Ometepe, Rivas) al intentar recuperar un balón que cayó en el agua.

Estos incidentes dan cuenta de un incremento alarmante de muertes por ahogamiento en un corto lapso de tiempo.

Otros casos reportados

La incidencia de muertes por sumersión no es nueva en Nicaragua. Durante la Semana Santa de 2025, al menos 25 personas murieron por ahogamiento, de un total de 58 víctimas registradas en ese periodo. Otros años también muestran cifras elevadas: por ejemplo, en 2023 se reportaron más de 50 muertos durante las vacaciones, con al menos 27 por sumersión.

Adicionalmente, en junio de 2025 se registró el fallecimiento de una madre y su pequeño hijo al ser arrastrados por una quebrada en Jinotega, víctimas de las lluvias intensas en la zona.

También en mayo de 2025, apareció en el río San Juan el cuerpo sin vida de un hombre de aproximadamente 54 años, cuya identidad aún no ha sido confirmada.

Estos ejemplos demuestran que las muertes por sumersión se presentan de forma recurrente, particularmente en contextos de lluvias, cuerpos de agua profundos o zonas con corrientes peligrosas.

Riesgos, prevención y acciones necesarias

El aumento reciente de muertes por sumersión alerta sobre la necesidad urgente de reforzar medidas preventivas. Algunos factores de riesgo comunes incluyen:

  1. Zonas con aguas profundas y corrientes fuertes, muchas veces sin señalización o sin vigilancia adecuada.
  2. Falta de capacitación en rescate acuático y conocimiento de técnicas de salvamento.
  3. Inexistencia o insuficiencia de salvavidas y barreras de seguridad en balnearios y ríos frecuentados.
  4. Bajo nivel de supervisión durante actividades recreativas en lagos, ríos o piscinas naturales.

Puede interesarle: Nicaragua realiza su tercer simulacro contra desastres naturales

Para evitar tragedias como las ocurridas en los últimos días, es clave que las autoridades locales, municipales y las instituciones de protección civil refuercen campañas de sensibilización, establezcan controles en zonas de alto riesgo e implementen mecanismos de vigilancia y respuesta rápida.