
La OPS advierte que Nicaragua enfrenta una grave escasez de personal de salud, con solo 20 profesionales por cada 10,000 habitantes, muy por debajo del estándar recomendado
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha advertido sobre la escasez de trabajadores de salud en Nicaragua. Según el informe “La fuerza de trabajo en salud en las Américas”, el país cuenta con aproximadamente 20 profesionales por cada 10,000 habitantes. Esta cifra representa menos de la mitad del estándar mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 44.5 por cada 10,000 habitantes.
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Esta situación coloca a Nicaragua entre los países con menor disponibilidad de personal sanitario en la región, superando únicamente a Haití y Honduras. “Sin ellos simplemente no es posible hablar de acceso ni de cobertura universal”, expresó Jarbas Barbosa, director de la OPS, en referencia al rol fundamental del personal de salud.
Déficits en áreas de salud como enfermería y fisioterapia
El informe señala carencias importantes en profesiones como enfermería, odontología y fisioterapia. En el caso de la enfermería, Nicaragua cuenta con apenas 10 profesionales por cada 10,000 personas, en contraste con un promedio regional de 44.37. Esta falta de personal impacta la capacidad del sistema de salud para brindar atención oportuna.
Respecto a fisioterapia, solo 18 países de la región aportaron datos, y Nicaragua se ubica entre los que presentan menos disponibilidad. “Estas brechas limitarán la capacidad de los sistemas sanitarios para responder a las necesidades de la población”, advirtió el doctor James Fitzgerald, de la OPS.
Las autoridades sanitarias del país han reconocido la necesidad de fortalecer la fuerza laboral del sector salud. Aunque existen esfuerzos por mejorar la formación y la retención de profesionales, persisten obstáculos como limitaciones presupuestarias y la migración de personal calificado.
Algunas personas especialistas en la salud buscan mejores condiciones en el extranjero, lo que contribuye al éxodo de talento. La OPS enfatiza que es necesario “formar más profesionales y llevarlos donde más se necesitan, desde zonas rurales hasta comunidades marginadas”.
OPS llama a invertir en el talento humano en salud
La OPS ha solicitado al gobierno nicaragüense que priorice la inversión en el sector, con énfasis en la capacitación y en una distribución equitativa del personal en todo el territorio nacional. “Este informe nos proporciona datos concretos para orientar la inversión en formación, retención y condiciones laborales dignas”, indicó el doctor Barbosa.
También se recomienda implementar políticas que incentiven la permanencia de profesionales en el país, especialmente en áreas rurales, donde la falta de personal es más evidente y donde las necesidades son mayores.
El déficit de trabajadores representa un riesgo para la salud pública, especialmente ante emergencias sanitarias o enfermedades endémicas. La falta de personal podría afectar la capacidad de respuesta ante brotes y la prestación continua de servicios esenciales.
La OPS advierte que, de no tomarse medidas, la región podría enfrentar un déficit de entre 600,000 y 2 millones de trabajadores de salud para 2030. Este panorama podría comprometer el objetivo del acceso universal a la salud en las Américas.
Perspectiva regional: brechas e inequidades
Aunque la densidad promedio de personal de salud en la región es de 66.57 por cada 10,000 habitantes, existen desigualdades importantes. Mientras países como Cuba y Estados Unidos superan ampliamente el estándar de la OMS, naciones como Haití, Honduras y Nicaragua muestran cifras por debajo del mínimo recomendado.
El informe también evidencia diferencias por ocupación. Por ejemplo, la enfermería es una profesión altamente feminizada (89.78 %), mientras que en medicina, aunque la mayoría sigue siendo masculina (51.3 %), algunos países ya reportan más mujeres que hombres.
La OPS propone fortalecer los sistemas de información de recursos humanos en salud (SIRHS) para permitir una mejor planificación. También sugiere aumentar la formación en profesiones con escasa presencia, como la partería y la psicología.
Además, recomienda establecer políticas intersectoriales que mejoren las condiciones laborales, favorezcan la regulación del sector y contribuyan a una distribución equitativa del talento humano.
El reto: más personal y mejor distribuido con capacidades adecuadas
“El desafío no es solo contar con más profesionales de salud, sino asegurarse de que estén donde más se los necesita y cuenten con las capacidades adecuadas”, subrayó el doctor Barbosa. La distribución desigual sigue siendo un reto para muchos países de la región.
La OPS señala que los sistemas de salud resilientes requieren una fuerza laboral robusta, bien distribuida y capacitada. La atención primaria, en particular, se ve fortalecida cuando hay presencia de trabajadoras y trabajadores comunitarios y de parteras formadas.
Organismos internacionales y asociaciones médicas locales han llamado a una acción conjunta para atender esta situación. Resaltan que garantizar la salud para todas las personas requiere de una fuerza laboral sólida y comprometida.
“Este informe es una brújula para los gobiernos”, sostuvo el doctor Fitzgerald. Contar con datos confiables y cooperación técnica permitirá tomar decisiones acertadas para enfrentar los desafíos actuales y futuros.