
Nicaragua cerró el tercer trimestre de 2024 con una deuda externa de 15,729.1 millones de dólares, lo que representa el 88.2% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Del total de la deuda, 8,751.6 millones corresponden al sector público y 6,977.4 millones al sector privado.
En comparación con el trimestre anterior, la deuda externa total aumentó en 130.5 millones de dólares. Este incremento incluye 113.1 millones en la deuda pública y 17.4 millones en la privada. El crecimiento se atribuye principalmente a nuevos desembolsos de préstamos y a la acumulación de intereses.
Nuevos desembolsos impulsan la deuda
Durante el tercer trimestre de 2024, Nicaragua recibió desembolsos de préstamos por un total de 897.7 millones de dólares. De estos, el 83.5% provino de acreedores privados y el 16.5% de acreedores oficiales bilaterales. El sector privado recibió 754.5 millones, mientras que el sector público obtuvo 143.1 millones.
Los sectores económicos que más se beneficiaron de estos desembolsos incluyen electricidad, gas y agua (29.8%), intermediación financiera (25.2%), comercio (21.3%) y construcción (8.2%). Estos fondos se destinaron principalmente a proyectos de infraestructura y al fortalecimiento de la economía nacional.
Servicio de la deuda en aumento
En cuanto al servicio de la deuda, Nicaragua pagó 934.2 millones de dólares en el tercer trimestre de 2024. De estos, 837.7 millones correspondieron a pagos de principal y 96.5 millones a intereses y comisiones. El sector privado asumió el 80.7% de estos pagos, mientras que el sector público cubrió el 19.3% restante.
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Las autoridades financieras del país monitorean de cerca la evolución de la deuda externa. El objetivo es mantenerla en niveles sostenibles y garantizar la estabilidad económica. Se espera que las políticas fiscales y monetarias implementadas contribuyan a una gestión eficiente de la deuda en el mediano y largo plazo.
Perspectivas para el futuro
Expertos en economía advierten que, si bien los fondos recibidos han impulsado proyectos clave, la alta dependencia del endeudamiento podría representar un riesgo para la economía nicaragüense. Recomendaciones incluyen diversificar las fuentes de ingreso y fortalecer sectores productivos para reducir la necesidad de endeudamiento externo.
La evolución de la deuda externa y las estrategias para su manejo seguirán siendo temas centrales en la agenda económica de Nicaragua en 2025, ya que la estabilidad financiera del país dependerá de decisiones responsables y sostenibles