La señora Adelaida Pérez Ortiz, es una ciudadana camoapeña de setenta y cinco años edad, reconocida en su entorno por su interés en el desarrollo del municipio y el progreso comunitario. Pero además es un ejemplo de sacrificio y trabajo, ya que gracias a su labor logró criar a los seis hijos que le sobreviven, no con lujos, pero como ella misma dice, jamás les faltó el pan de cada día.

Doña Adelaida, afirma que nació en la comunidad de Tesorero en octubre de 1948, en el seno de una familia muy humilde. Afirma que los primeros recuerdos que tiene de su vida siempre ha sido laborando en diferentes cosas, al lado de su madre y abuela.

“Yo me acuerdo bien cuando yo tenía unos siete años, me trasladé a Camoapa, trabajé donde don Norberto Ortega, despachando unas gaseosas y a mí no me pagaban, solo a mi mamá, pero ya nos daban la comida que eso era mucho”, enfatizó la ciudadana.

Pérez Ortiz, aseguró que ya de joven se trasladó fuera de Camoapa, y cuenta que hacía de todo para sobrevivir, porque estaba prácticamente sin apoyo familiar. “Ahí me puse hacer de todo, trabajé en la cocina, en lo que me ponían, ya de regreso en mi pueblo me dedique a la venta de mis tamales o tortilla, porque ya tenía a mis hijos y debía salir adelante por ellos”, aseveró.

Doña Adelaida, una mujer supremamente sencilla

La señora Rita Aráuz, es una de las hijas de doña Adelaida, afirma que su madre es una mujer supremamente sencilla, que casi toda su vida ha trabajado por los suyos y ha sido un gran ejemplo para su familia. “Yo le digo a mis hermanos y a mis hijos que tenemos un gran ejemplo, si no hubiese sido por su dedicación nosotros no salimos adelante, nos dio educación y sola porque no tuvo a nadie a su lado”, enfatizó la también exconcejal de Camoapa.

Aráuz afirmó que su mamá siempre le gustó el progreso de su comunidad, es por eso que hace algunos años se involucró en espacios de participación ciudadana como la extinta organización llamada Asociación de Desarrollo Municipal. “Donde habita ella actualmente tiene más de veinte años y cuando nosotros llegamos no había nada de servicios básicos y ella me decía, hija, organicémonos para llevar la luz y el agua, se logró”, declaró.

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Doña Adelaida, afirma que siempre le ha gustado el progreso, que es una situación que le surge espontáneamente. “A mí siempre me ha gustado proponer proyectos porque me gusta, ahora no puedo asistir a tantas reuniones porque ya no puedo andar mucho en la calle”, detalló.

La señora Adelaida Pérez, en la actualidad, vive dedicada a las tareas del hogar y al cuido de dos nietos. Cuenta que ya dejó de hacer la venta de sus tamales, porque ahora tiene el apoyo de sus hijos e hijas.

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