
Plasmarán en pinturas expresiones culturales y tradiciones caribeñas. La idea es evitarles lugares de riesgos y librarlos del consumo de alcohol y drogas
La pintura, colores y los pinceles, se han convertido en los primeros frutos de más de 30 jóvenes que hoy forman parte de la primera Escuela de Artes Plásticas del Caribe Sur. Ellos a través de su talento y creatividad, retratan parte de su cultura, tradiciones y a la misma población costeña en su día a día.
La juventud en el Caribe Sur es numerosa y un alto porcentaje de ella se encuentra en condición de riesgo por la amenaza del consumo de alcohol y drogas. La necesidad de generar espacios que promuevan su talento y sus habilidades es un desafío en esta zona para su desarrollo integral.
Puede interesarle: De la Sociología a un exitoso taller de artesanías de cuero en Camoapa
Esta escuela es la primera y única institución dedicada a las artes plásticas y en la actualidad alberga a jóvenes con entusiasmo de aprender a pintar y que son originarios de municipios del Caribe Norte y Sur.
Las oportunidades para este sector son escasas y las necesidades múltiples. “Hay muchas habilidades en nuestros jóvenes. Nuestro objetivo principal ha sido sacar a los chavalos y chavalas de las calles dónde se mantienen en riesgo y vulnerables. Tenemos a muchos de ellos desde hace siete años, desde que nos fundamos”, dice Nadiuska Rosales, técnica municipal de Fundación Murales Región Autónoma Costa Caribe Sur, Murales RACCS. “Necesitamos más apoyo para nuestra juventud, que esa es nuestra prioridad”, agregó Rosales.
Aportan al rescate cultural
Las diversas pinturas y piezas artísticas son elaboradas por las manos de estos jóvenes de esta institución regional. Reflejan las tradiciones de las comunidades caribeñas y persiguen rescatar en cuadros sus expresiones culturales.

“La Escuela de Artes Plásticas es el sitio donde ellos ahora están emprendiendo una carrera técnica de instructor artístico, que consta de cultura y de preparación. Ellos deben manejar sobre dibujo, pintura, escultura y otras habilidades que puedan reflejar en el mundo amplio del arte”, dice Rosales.
Primeros frutos en aprendizaje
Añade que el proceso de aprendizaje es certificado por el Instituto Nicaragüense de Cultura, INC. “Es impresionante ver el talento que tienen muchos jóvenes que estuvieron en condiciones deplorables en las calles, en vicios. Ahora son parte de esta escuela que aporta a nuestra cultura y pretende captar a más jóvenes en esta condición para reinsertarlos a la educación y a sus hogares”, explica Rosales.
Michael Hamond añade por su lado que los murales donde los protagonistas son los chavalos y chavalas, son parte de los primeros frutos en el arte y la pintura. “En ellos se muestran pinturas que portan un mensaje de prevención a la violencia, el acoso, y el respeto a la vida”, aseguró Hamond.
“Con mis dibujos, expreso muchas emociones, me ayuda a tener seguridad y además de imaginarme un mundo diferente. Esta oportunidad es valiosa en mi vida, porque me ha ayudado a mantener mi mente ocupada y mostrar mis habilidades. Con mis pinturas, puedo también aportar a nuestra cultura”, dijo Wesly Aleba Mateo, estudiante de este centro regional de artes plásticas.