Tomado de www.elnuevodiario.com.ni .- Las mujeres nicaragüenses que se encuentran como migrantes y trabajan de domésticas en Costa Rica, enfrentan serios problemas cuando sus derechos laborales se trata. Son vivencias objetivas que retratan posibilidades alternativas de subsistencia, que experimentan las nacionales cuando aceptan trabajar en el oficio doméstico en este país.
“Si no tengo documentos, no tengo derecho a nada, no tengo permiso de trabajo, no tengo residencia, la visa vencida… entonces, ¿cómo voy ir al Ministerio del Trabajo a interponer la denuncia, porque eso es lo que primero que me piden?”, narró María Elena. A partir de allí es donde interviene la organización no gubernamental, Centro de Derechos del Migrante (Cenderos).
A esto se suma la falta de oportunidades laborales y de inserción en el país que, según denuncia Olinda Bravo, coordinadora de la Red de Mujeres Migrantes, les hace volver con los patrones agresores que las explotan con horarios de trabajos exagerados, ante la ley.
Uno de los ejemplos más claros de las violaciones a los derechos de las mujeres migrantes, es que las fechas en que las domésticas tienen que recibir su salario son los sábados, pero en su mayoría lo reciben cada quincena, o sea, los 15 y los 30 de cada mes.