
Al menos 40 casos de abusos han sido registrados en El Salvador durante el régimen de excepción decretado a finales de marzo para controlar una escala de violencia atribuida a las pandillas y bajo el cual se ha detenido a miles de supuestos pandilleros y personas vinculadas a dichas estructuras.
De acuerdo con un informe elaborado por las organizaciones Human Rights Watch (HRW) y Cristosal (El Salvador), un número creciente de evidencias indican que las autoridades salvadoreñas han cometido graves violaciones de derechos humanos desde que se adoptó el régimen de excepción el 27 de marzo.
Las entidades señalaron en el documento que han recibido denuncias creíbles de decenas de detenciones arbitrarias, incluyendo algunas que podrían constituir desapariciones forzadas de corta duración, y de la muerte de dos personas que se encontraban privadas de libertad.
En 34 de los 40 casos de abusos sobre los que Cristosal y Human Rights Watch documentaron evidencias de primera mano, las fuerzas de seguridad detuvieron a personas en sus domicilios o en la calle, apuntaron.
En 20 casos, según las fuentes, las fuerzas de seguridad allanaron los domicilios de las víctimas sin presentar una orden judicial.
En 12 de los 40 casos, testigos vieron a agentes de las fuerzas de seguridad tomar fotografías de las personas al momento de la detención y en 5 casos los testigos indicaron que policías o soldados habían golpeado a las personas mientras estaban siendo detenidas, señalaron.
Cuando las autoridades se niegan a reconocer una detención u ocultan el paradero de una persona bajo su custodia, independientemente del tiempo que transcurra, ello constituye una desaparición forzada, la cual está prohibida por el derecho internacional, incluso durante estados de emergencia», enfatizaron.