La brasileña Leila (nombre ficticio) es una mujer que busca justicia. Fue víctima en Brasil del llamado «stealthing», un término en inglés que significa que uno de los miembros de una pareja se quita el condón a propósito sin el consentimiento del otro. A pesar de haber reunido las pruebas que consideraba necesarias para probar la violación, incluida una confesión del abusador, hasta ahora su búsqueda de justicia legal ha sido en vano: después de idas y venidas, el caso fue abandonado recientemente por el fiscal que lo revisó, casi un año después del delito.

En Brasil, a diferencia de algunos otros países, como el Reino Unido, el «stealthing» no se considera violación, ya que, para que este tipo de delito ocurra, el acto sexual debe haber ocurrido «mediante amenaza grave o violencia». Sin embargo, existen alternativas legales para que las víctimas busquen justicia, como el artículo 215 del Código Penal (violencia sexual mediante estafa), aunque el resultado no siempre es positivo, como ha ocurrido hasta ahora con Leila.

Pero ella no piensa rendirse. «Lucharé hasta el final por la justicia. Espero que mi caso pueda llevar a un cambio en la legislación», dijo a BBC Mundo que tuvo acceso al proceso de Leila, bajo secreto judicial, que incluye las supuestas pruebas del delito, copia de la investigación policial y la decisión de la fiscalía para su archivo