El CNE oficializa el triunfo de Nasry “Tito” Asfura en medio de denuncias de fraude y llamados internacionales a respetar los resultados

Tras casi un mes de incertidumbre poselectoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró este miércoles a Nasry “Tito” Asfura como presidente electo de Honduras, al otorgarle el 40,26 % de los votos válidos. El anuncio se produjo luego de un prolongado proceso de conteo que estuvo marcado por cuestionamientos y tensiones políticas.

Minutos después de conocerse la resolución oficial, Asfura celebró el resultado en sus redes sociales. “Honduras, estoy preparado para gobernar. No te voy a fallar”, escribió en la red social X. Agradeció a las consejeras del CNE y al personal que participó en la organización y desarrollo de las elecciones generales.

El resultado, sin embargo, no fue aceptado por todas las fuerzas políticas. El candidato opositor centrista, Salvador Nasralla, quien obtuvo el 39,39 % de los votos según el CNE, denunció fraude electoral. Anunció que no reconoce el triunfo del aspirante conservador.

Denuncias y reacciones internacionales

Nasralla sostuvo en redes sociales que existen “miles de actas con inconsistencias” y llamó a revisar los documentos electorales de manera pública. “El problema se resuelve contando los votos que están en las urnas. No sigan engañando al pueblo”, expresó, insistiendo en que el proceso debe ser revisado de forma transparente.

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En paralelo, el anuncio del CNE generó reacciones inmediatas a nivel internacional. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, felicitó públicamente a Asfura pocos minutos después de oficializado el resultado, destacando la necesidad de una transición ordenada.

El pueblo de Honduras se ha pronunciado: Nasry Asfura es el próximo presidente de Honduras”, escribió Rubio en sus redes sociales. Además, instó a todas las partes a respetar los resultados confirmados para garantizar “una transición pacífica del poder” en el país centroamericano.

Asfura: De la alcaldía a la presidencia

Nasry Juan Asfura Zablah es hijo de inmigrantes de ascendencia palestina y comenzó su trayectoria en la función pública durante la década de 1990, dentro de la Alcaldía del Distrito Central, que integra a Tegucigalpa y Comayagüela. Allí ocupó cargos operativos y de gerencia en distintas administraciones municipales.

De acuerdo con analistas, esta etapa temprana en el gobierno local moldeó un estilo pragmático, enfocado en la ejecución de obras y en la solución práctica de los problemas urbanos. Su figura empezó a ganar notoriedad dentro del Partido Nacional a partir de esa experiencia administrativa.

El apodo “¡Papi a la orden!”, que lo acompañaría durante toda su carrera política, surgió en 2005, cuando compitió por primera vez en las elecciones primarias del Partido Nacional para la alcaldía capitalina. Aunque perdió esa contienda interna, el lema caló entre la militancia y se convirtió en su principal marca política.

Gestión municipal y consolidación política

El despegue definitivo de Asfura llegó con su elección como alcalde del Distrito Central en 2013. Posteriormente, fue reelegido en 2017, acumulando casi ocho años al frente de la capital hondureña. Durante ese periodo, su gestión se centró en proyectos de infraestructura y servicios urbanos.

El ahora presidente electo aseguró haber impulsado 1.142 obras municipales, incluidas 45 de gran envergadura, como puentes, pasos a desnivel, túneles y ampliaciones viales destinadas a reducir la congestión en la capital. También promovió la pavimentación de más de 200 kilómetros de calles.

A estas iniciativas se sumaron proyectos de mitigación de inundaciones, drenajes y mejoras en servicios básicos en barrios vulnerables, acciones que fortalecieron su popularidad entre amplios sectores de la población capitalina y consolidaron su perfil como gestor de obras.

Derrotas, retorno y propuestas de gobierno

Asfura fue candidato presidencial en las elecciones generales de 2021. En ellas fue derrotado por la actual presidenta Xiomara Castro. Pese a ello, mantuvo su liderazgo dentro del Partido Nacional y se preparó para una nueva postulación.

En 2025, ganó de forma contundente las elecciones primarias internas con el 75,8 % de los votos, superando a la ex primera dama Ana García. Este resultado lo consolidó como la principal figura del nacionalismo y allanó el camino para la campaña que finalmente lo llevó a la presidencia.

Su propuesta de gobierno, denominada “Visión 5 Estrellas”, se estructuró en torno a la reactivación económica, el empleo, el desarrollo social y el cuidado medioambiental. Asfura prometió atraer inversión privada y extranjera, reducir trámites y fortalecer alianzas público-privadas, en un país donde la informalidad laboral supera el 70 %, según datos oficiales.