
La Policía Nacional esclareció el asesinato de Sebastiana Eliceth López Martínez, de 56 años, ocurrido en San Pedro de Lóvago, Chontales
Las investigaciones revelaron que el crimen fue planificado por su propio hermano, Rito Emilio Martínez, de 53 años. Según la Policía, él habría pagado para que asesinaran a su hermana con el objetivo de quedarse con la herencia en Chontales.
El ataque ocurrió la noche del viernes en la finca Providencia, ubicada en la comarca Llano de los Pedros. En el hecho también resultó herido de gravedad Engel Ramón Leiva López, de 22 años, hijo de la víctima, quien fue trasladado al hospital Comandante Camilo Ortega Saavedra, en Juigalpa.
La tragedia familiar ha causado gran impacto en la población, que sigue con atención el proceso judicial de los responsables.
Captura de los responsables materiales del crimen
Los autores materiales del crimen fueron identificados como Arlen Antonio Robleto, de 40 años; Adrián Antonio Valero Castellón, de 21 años; y Lorenzo Valero Gudiel, de 42 años. Los tres confesaron haber ejecutado el ataque por encargo.
De acuerdo con la Policía, las detenciones se realizaron pocas horas después del crimen, lo que permitió esclarecer rápidamente los hechos. Todos los implicados se encuentran bajo custodia mientras avanzan las investigaciones.
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El caso refleja cómo la ambición por una herencia en Chontales terminó con la vida de una mujer, dejando también a un joven gravemente herido.
Ambición que rompe lazos de sangre
La historia de Sebastiana López y su hermano Rito Emilio muestra cómo la codicia por los bienes materiales puede destruir a una familia. La víctima, recordada como una mujer trabajadora, fue asesinada en su propia finca, presuntamente para que su hermano se adueñara de los bienes.
Este hecho ha abierto un debate en la comunidad sobre los conflictos por herencias, que en muchas ocasiones generan enfrentamientos y divisiones entre hermanos.
La pregunta que queda en el aire es como prevenir que tragedias como esta se repitan en las familias, cuando la ambición pesa más que los lazos de sangre.