
El brote del gusano barrenador genera tensiones entre ganaderos de México, Nicaragua y Estados Unidos por medidas zoosanitarias
Productores y ganaderos del norte de México, especialmente en estados como Chihuahua y Durango, enfrentan pérdidas millonarias debido al reciente cierre de la frontera sur de Estados Unidos para la exportación de ganado. La medida fue implementada tras la importación de un lote de 4,600 cabezas certificadas procedentes de Nicaragua, en medio del brote del gusano barrenador.
Teto Medina Wallace, gerente de la Subasta de Santa Teresa, expresó su preocupación al respecto, señalando: “Se me hace mucha casualidad que tras la recepción de ganado, se dé el cierre de la frontera.” Aunque este lote cumplió con los protocolos sanitarios del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), la sospecha persiste entre los productores mexicanos.
Los ganaderos temen que la plaga —presente en Nicaragua— pueda llegar a sus regiones, afectando la sanidad de sus animales y el comercio internacional. Según medios locales, la situación ha causado incertidumbre entre los exportadores y exigencias de mayor vigilancia sanitaria.
Respuesta oficial y contexto internacional
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) informó que mantendrá los protocolos de cierre fronterizo hasta lograr avances significativos en el control de la plaga en la región. Esta medida se considera preventiva ante los riesgos zoosanitarios, aunque ha sido vista por México como una reacción desproporcionada.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, calificó como “totalmente exagerada” la decisión de Estados Unidos, asegurando que México cumple con los estándares internacionales en materia sanitaria. También explicó que el reciente hallazgo de gusano barrenador en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, era un caso esperado dentro de las zonas de contención establecidas.
Desde 2021, México mantiene un dispositivo de emergencia zoosanitaria que incluye la liberación de moscas estériles y controles ganaderos, para combatir la propagación del parásito que se originó en la región del Tapón del Darién. Las autoridades han reforzado las acciones de vigilancia tras este nuevo episodio.
México insiste en su cumplimiento sanitario con productores y ganaderos
El director de SENASICA, Francisco Javier Calderón Elizalde, declaró que la situación estará controlada en menos de dos semanas. Aseguró que los protocolos aplicados en la importación del ganado nicaragüense fueron cumplidos de forma estricta. No hay evidencia de contagio hacia el territorio mexicano.
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Claudia Sheinbaum reiteró que el gobierno actuó “con rapidez y responsabilidad científica” y que la reacción estadounidense no fue una medida tomada en coordinación bilateral, sino una acción unilateral. También llamó a fortalecer los canales diplomáticos para evitar este tipo de conflictos comerciales.
Ganaderos y autoridades mexicanas exigen ahora una revisión legal de los mecanismos de exportación e importación animal, para prevenir futuras afectaciones económicas. También, evitar la criminalización de mercados como el centroamericano.