Un periodista en Managua asesinó a su esposa tras reconciliarse y luego se quitó la vida, dejando en evidencia las graves consecuencias de la violencia de género
Sara Fernanda Áreas Padilla, de 30 años, fue brutalmente asesinada por su esposo, el periodista Erick Ramón Hurtado Urbina, de 62 años, quien luego se quitó la vida. La tragedia ocurrió la mañana del domingo 12 de enero de 2025 en una cuartería del barrio Ariel Darce, en el distrito 5 de Managua. Este desgarrador suceso se da apenas tres semanas después de que Sara solicitara en los juzgados la revocación de la orden de captura en su contra, emitida tras un caso previo de violencia doméstica.
Los hechos se desencadenaron durante una discusión en la habitación donde Erick Hurtado se escondía desde hacía meses. Los gritos de Sara alertaron a los vecinos, quienes intentaron ayudarla, pero los portones estaban asegurados con candados. Al no poder ingresar a tiempo, Sara perdió la vida a manos de su agresor, quien utilizó un cuchillo para atacarla antes de acabar con su propia vida.
Una relación marcada por violencia y celos con el periodista
La pareja se casó el 20 de agosto de 2022, pero lo que parecía un inicio prometedor se tornó rápidamente en una relación tormentosa. Los celos enfermizos y el abuso físico y psicológico por parte de Erick Hurtado marcaron el día a día de Sara. El 20 de septiembre de 2024, una golpiza brutal llevó a Sara a romper el silencio y denunciarlo ante las autoridades.
La jueza Miroslava Calero, del Segundo Distrito Penal de Adolescentes y Especializado en Violencia, emitió una orden de captura el 11 de octubre, pero Erick Hurtado logró escapar y refugiarse en una cuartería del barrio Ariel Darce. A pesar de la denuncia, Sara accedió a visitarlo, convencida por las súplicas y promesas de cambio de su esposo.
El error que le costó la vida
El pasado 17 de diciembre, conmovida por las peticiones de su esposo, Sara pidió al juzgado que revocara la orden de captura contra Hurtado. Esta decisión resultó ser fatal. Aunque la audiencia inicial estaba programada para el 21 de febrero, Sara no vivió para llegar a esa fecha.
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La violencia en la relación alcanzó su trágico desenlace cuando Erick la atacó en plena discusión. Según testigos, en el cuarto donde se escondía el periodista se encontraron botellas de alcohol, lo que refuerza la teoría de que el consumo de licor pudo haber influido en el crimen.
Huérfanos y preguntas sin respuesta
Sara Fernanda, originaria de Masachapa, deja en orfandad a dos hijos, una niña de 10 años y un niño de 8. Este trágico caso pone en evidencia una vez más las terribles consecuencias de la violencia de género y los peligros de la reconciliación sin medidas de protección adecuadas.
Los cuerpos de Sara y Erick fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal para realizar las autopsias correspondientes. Mientras tanto, la Policía Nacional continúa investigando los hechos para esclarecer todos los detalles de este lamentable suceso que enluta a las familias.