Este pasado jueves dos de noviembre centenares de ciudadanos de Camoapa asistieron al cementerio municipal para conmemorar el Día de los Difuntos. Desde muy temprano los pobladores llegaron a este lugar para ubicar un ramo de flores en las tumbas de sus familiares fallecidos y elevar una oración por ellos.

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Además de asistir al cementerio, muchos católicos llegaron a los templos de la ciudad para participar de la misa en honor a los difuntos. Según información obtenida por este medio de comunicación, hasta el día miércoles se mantenía que las eucaristías se efectuarían en ese campo santo, como es costumbre cada dos de noviembre, pero luego fueron suspendidas sin conocerse las razones.

Uno de los ciudadanos que asistió al cementerio fue Andrés Guevara, quien comentó que había permanecido al menos una hora en el cementerio donde visitó la tumba de sus padres. “La iglesia nos dice que debemos elevar una oración por nuestros difuntos y eso vine hacer. Recé los laudes, dedicados especialmente a los muertos. Sin duda es una forma de recordar su memoria”, aseveró el poblador.

Asistencia al cementerio y orar por los fieles difuntos

Otro de los ciudadanos, el señor Francisco Hernández, instó a los católicos de Camoapa a orar siempre por sus familiares y amigos fallecidos. Considera que es una ayuda a su eterno descanso. “Nuestra iglesia nos invita a rezar por los difuntos, hacer actos de misericordia por sus almas, yo creo que eso es lo más importante en este día. En mi caso desde siempre vengo a visitar a mis padres y hermanos. Permanezco un momento, hago una oración y luego participo en la misa”, enfatizó el feligrés.

El párroco de la iglesia San Francisco de Asís, padre Erick García, durante la misa en conmemoración por el Día de los Difuntos, aseguró que esta fecha recuerda a los que están vivos que el paso por este mundo es transitorio. “Además de orar por nuestros muertos, este día es una enseñanza para nosotros. No podemos tener miedo a morir porque Cristo nos ha prometido un paraíso y vida eterna”, detalló el sacerdote.

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Una de las comerciantes de flores que se ubicó en la entrada al cementerio local, la señora María del Carmen Fitoria, agregó que este año se vendió poco en comparación a otros años. Considera que la causa podría ser por el poco movimiento de personas. “También nos afectó que las flores subieron de precio y la gente ahora busca ramos más pequeños, a un costo moderado, pero no se dejó de vender gracias a Dios”, declaró la vendedora.