Un grupo de migrantes agarraron a pedradas un microbús que los trasladaba desde la Rotonda, jurisdicción de San Carlos-Río San Juan, hasta Juigalpa. El conflicto se originó porque supuestamente el conductor de la unidad incumplió con lo acordado, que era llevarlos hasta la frontera con Honduras.

El incidente se registró en los alrededores del Maxi-Palí de Juigalpa, cuando el conductor del microbús identificado como Joseph Arana, les informó que el viaje llegaba hasta ahí. Fue en ese momento que los ánimos se caldearon, tomando unos de los integrantes del grupo de migrantes piedras y se las estrellaron en los cristales del microbús.

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A Arana lo señalaron de haberse llevado una niña y minutos después regresó. En ese instante, una mujer se le colgó de la puerta al conductor y logró quitarle la llave del automotor. Además, le exigía que le regresara el dinero porque le habían pagado supuestamente 50 dólares por personas para que los llevara hasta la frontera de Honduras.

Dueño de microbús negó haber recibido dinero para llevarles a la frontera con Honduras

Joseph Arana, al ser consultado, dijo, que los migrantes le quebraron gran parte de los cristales del microbús. Luego, negó que el pago recibido por el viaje iba a llegar a las fronteras con Honduras. “A mí me pagaron para que los trasladara de la (Rotonda) hasta Juigalpa. Si le pagaron a otra persona, ese no es mi problema”, alegó Arana.

Aunque no reveló la identidad de la persona que lo buscó para realizar el viaje, dejó entre ver el conductor del microbús que era el encargado de mover a los migrantes. Aseguró, que a cada extranjero le cobró hasta Juigalpa la suma de siete dólares que equivalen a 260 córdobas.

Al final, las partes lograron llegar a acuerdos y la dama migrante que andaba la llave del microbús se la regresó a Joseph Arana. Al conductor lo calificaron de abusador y bandido, de aprovecharse de la necesidad de los que buscan el anhelado sueño americano.