
Artesanía San Antonio del señor José Esteban Sánchez, es una empresa, especialista en la elaboración de monturas personalizadas. Está ubicada de la Iglesia San Francisco de Asís, 2 cuadras al Norte, con más de 25 años de experiencia en Camoapa
Era el año de 1997, nacía uno de los talleres de talabartería más reconocidos del municipio de Camoapa. El señor Esteban Sánchez, luego de varios años de trabajo en el campo y en la elaboración de gamarras, con mucho esfuerzo inició su proyecto familiar llamado Artesanías San Antonio. La iniciativa empresarial ha logrado sostener económicamente a su familia y darle educación a sus cinco hijos.
Don Esteban ha sido perseverante en su taller de talabartería, lo precede la calidad de su trabajo. Asegura que ha sido un proceso de enseñanza continuo porque ha mejorado con el tiempo su estilo y la variedad de sus productos.
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“Yo empecé con la elaboración de gamarras, me pagaban dos córdobas por cada trabajo terminado, podía sostener con ese empleo a mi familia. A medida que pasaba el tiempo fui creciendo con pequeños préstamos que conseguía, luego tuve la oportunidad de comprar una casa y ahí comenzó el taller, donde estamos ubicado. Mi producto, tengo que reconocer, no era bueno, pero siempre me gustó aprender”, detalló don Esteban.
Proyecto familiar
Elvis Sánchez, uno de los hijos del señor Esteban y el único que acompaña a su papá en la talabartería, se mostró muy orgulloso del oficio que aprendió de su progenitor y que ha sido el sustento de su familia por más de tres décadas.

“Mis hermanos y yo somos profesionales todos. Todos conocemos este trabajo, nos sentimos agradecidos con nuestro padre. Gracias a esa formación tenemos un sentido de responsabilidad y aprecio a esta labor”, afirma .

Elvis agrega que el crecimiento de la pequeña empresa familiar ha sido en gran medida por la calidad y los detalles del producto terminado. “Las pequeñas cosas que se requieren para la elaboración de una montura, es vital para obtener un buen trabajo terminado. Creo que ese ha sido el éxito de mi padre”, enfatiza el joven artesano.
La talabartería es su pasión
Don Esteban Sánchez, agrega que su mayor logro como artesano del cuero ha sido su familia. Gracias a ese trabajo ofreció las condiciones básicas a su esposa e hijos. “Mi mayor satisfacción es que le di educación a mis hijos, a pesar de que soy una persona que no tiene estudios. Siempre me interesó que mi familia tuviera preparación académica”, detalla el talabartero.
Don Estaban ahora tiene sesenta y tres años, afirma que todavía es activo en su trabajo y que seguirá en su oficio hasta que las fuerzas se lo permitan, porque nunca será una persona inútil.