En ocasión de la fiesta de la Gritería, en honor a la Inmaculada Concepción de María, Monseñor Silvio Báez lamentó que quienes deberían velar por el bienestar de la sociedad nicaragüense se han convertido en productores de lágrimas, terror y destrucción de la dignidad humana.

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Vivimos un momento de orfandad como país. Quienes deberían velar por el bienestar de la sociedad y cuidar nuestro futuro, se han convertido en productores de lágrimas, artesanos del terror y destructores de la dignidad humana”, expresó Báez.

Agrega “Nos sentimos huérfanos, desamparados por la ley, cautivos en un país que se ha vuelto una gran cárcel o desterrados en tierras desconocidas”.

En este sentido, el prelado expresó que los creyentes no están en la orfandad, por el contrario, cuentan con una madre, no somos huérfanos. “Tenemos una madre que nos ama y nos cuida, llora con nosotros y desea consolarnos. Una madre nunca abandona a sus hijos”.

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En su homilía, Báez señaló que, aunque parezca que nuestra historia va a la deriva, los nicaragüenses no estamos solos. “A veces a merced de ambiciones, mezquindades y violencia, y llena de lágrimas y de incertidumbre, no estamos solos. Aunque la tristeza nos domine muchas veces y el cansancio nos agobie, aunque el dolor hiere nuestro corazón y nos sintamos solos y sin fuerzas, no estamos solos. Tenemos una madre”.