
Una misa especial recordará la canonización y elevación a los altares del santo patrono de los camoapeños
El próximo sábado 19 de julio, la Orden Franciscana Seglar de Camoapa celebrará una misa en honor a los 797 años de la canonización de San Francisco de Asís, acontecimiento que tuvo lugar el 16 de julio de 1228. Aunque la vida del santo es ampliamente conocida, pocos recuerdan esta fecha tan especial para la Iglesia y la comunidad franciscana.
Manuel Guevara, miembro de la Orden Franciscana Seglar en Camoapa, destaca la importancia de recordar este hecho histórico. “Nuestra comunidad tiene más de 400 años de raíces franciscanas. Es vital conocer y valorar cada detalle de la vida de nuestro santo patrono”, expresó.
Guevara señala que la canonización fue un reconocimiento a su vida de entrega, humildad y amor al prójimo, elementos esenciales del carisma franciscano. “Para nosotros es una fecha muy significativa”, afirma.
Una vida marcada por la humildad y el ejemplo cristiano
San Francisco de Asís mostró señales de santidad a lo largo de su vida, como su gesto de besar a un leproso, recibir los estigmas de Cristo y atraer a miles de seguidores con solo su testimonio de vida cristiana. Guevara añade que su profunda humildad hizo que incluso su proceso de canonización no fuera inmediato.
“San Antonio de Padua fue canonizado antes que él, lo cual también habla de la sencillez de Francisco, que nunca buscó reconocimiento. Solo vivió el evangelio con amor y coherencia”, explicó el feligrés.
Aun después de su muerte, se le atribuyen milagros. Muchos fieles acudían a su tumba en Asís buscando sanación. Según testimonios, Dios concedió favores por su intercesión.
Milagros y misterios después de su muerte para su canonización
Uno de los milagros más recordados ocurrió durante su velorio. Una mujer, conocida por su devoción al santo, despertó en pleno funeral y pidió confesarse. Después de arrepentirse de sus pecados, volvió a dormirse y falleció. La historia fue presenciada por muchas personas y es citada por algunos biógrafos como una muestra más de la santidad del santo de Asís.
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El Papa Gregorio IX presidió la ceremonia de canonización el 16 de julio de 1228, y al día siguiente colocó la primera piedra de la Basílica de San Francisco, lugar donde hoy descansan sus restos.
Francisco fue canonizado solo dos años después de su muerte, el 3 de octubre de 1226, un proceso muy rápido para los estándares de la Iglesia, lo que refleja la admiración que despertó incluso en vida.
Una tumba perdida y redescubierta siglos después
En 1230, su cuerpo fue trasladado a la nueva basílica, pero pronto fue ocultado por los frailes franciscanos para protegerlo de posibles saqueos. La ubicación exacta de sus restos se perdió durante siglos.
No fue sino hasta 1818 que su tumba fue redescubierta, casi 600 años después. Este hecho renovó el interés y devoción por San Francisco, considerado uno de los santos más queridos y venerados del cristianismo.
La canonización de San Francisco de Asís es una fecha significativa para toda la comunidad católica, especialmente para Camoapa, donde su ejemplo sigue vivo en las acciones de quienes promueven la paz, la sencillez y el amor por la creación.