
El papa León XIV, invita a mantener la esperanza en la vejez y abrazar la vida como un regalo en cada etapa
El papa León XIV, en su mensaje para la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, resaltó que el Jubileo 2025 nos ayuda a descubrir que la esperanza es fuente de alegría a cualquier edad. Aunque la vida tenga dificultades, la “esperanza en la vejez” se convierte en fuente de bendición y alegría para las personas mayores.
El Papa recordó que en la Biblia, muchos hombres y mujeres de edad avanzada fueron llamados por Dios a participar en su plan de salvación, como Abraham, Sara, Moisés y Zacarías. Aunque enfrentaron dificultades y dudas, la esperanza permaneció viva en sus corazones, recordándonos que Dios no abandona a nadie, independientemente de su edad.
Esta esperanza en la vejez es necesaria para la sociedad actual, donde la fragilidad de las personas mayores necesita del vigor de los jóvenes, y la inexperiencia de los jóvenes necesita de la sabiduría de los mayores para construir un futuro con valores.
Abrazar a los mayores es construir futuro
El Papa Francisco nos invita a abrazar a las personas mayores y reconocerlas como “signos de esperanza” en la sociedad. Recordó que nuestros abuelos y abuelas han sido ejemplo de fe, compromiso y constancia, dejando un legado de amor que debemos valorar, indica en el documento.
El Jubileo, como momento de liberación, nos impulsa a luchar contra la soledad y el abandono de los mayores. Este año es una oportunidad para crear redes de cuidado, oración y compañía, acercándonos a los adultos mayores que se sienten olvidados.
El Santo Padre explicó que visitar a los mayores no solo es un acto de amor, sino un encuentro con Cristo mismo, y una forma de liberarnos de la indiferencia, construyendo comunidades más humanas y solidarias.
Una llamada a la acción: cuidar a nuestros mayores en la vejez
La “esperanza en la vejez” se fortalece con gestos concretos de cercanía y cuidado. El Papa hizo un llamado a toda la Iglesia, parroquias y comunidades a promover una cultura de gratitud hacia los adultos mayores, reconociendo su valor y evitando que queden en el olvido.
El amor, la oración y el acompañamiento son fuerzas que ningún obstáculo puede quitar, incluso cuando las fuerzas físicas se debilitan. El Papa recordó que amar, rezar y estar disponibles para los demás son formas de mantener viva la esperanza en cualquier etapa de la vida.
Incluso en la enfermedad y en la fragilidad, el amor por los seres queridos se convierte en una fuente de esperanza y consuelo, recordando que cada día es una oportunidad para renovar el espíritu y transmitir la fe con amor.
Ser signos de esperanza, a cualquier edad
El mensaje del Papa concluye invitando a las personas mayores a mantener la esperanza y a ser signos de luz para las nuevas generaciones. Perseverar en la oración, participar en la Eucaristía y mantener la unidad familiar son caminos para transmitir fe y esperanza en la vejez.
Lea más: Feligreses celebran la festividad de la Sangre de Cristo en Mombacho, Camoapa
El Santo Padre destacó que, aunque el cuerpo se debilite, el espíritu se renueva día a día. Así, cada abuelo y abuela, cada persona mayor, puede ser un testimonio de alegría y esperanza para la sociedad.
Este llamado a vivir la “esperanza en la vejez” nos invita a todos, jóvenes y adultos, a valorar la vida en cada etapa y a acompañar a nuestros mayores con respeto, cercanía y gratitud, construyendo juntos una sociedad más humana y llena de esperanza.