El Senado de Estados Unidos aprobó el establecimiento de un impuesto del 1 % sobre remesas en efectivo y giros postales enviados al extranjero, lo que incluye a Nicaragua. Esta medida forma parte del paquete legislativo conocido como One Big Beautiful Bill Act (OBBBA). Es impulsado por senadores republicanos, respaldado inicialmente por el presidente Donald Trump.

El impuesto fue recortado desde una propuesta original del 5 %, pasando al 3.5 % en la Cámara de Representantes y quedando en 1 % en la versión final del Senado. La medida afecta exclusivamente los envíos de dinero en efectivo, excluyendo transferencias electrónicas, tarjetas de débito y crédito emitidas por instituciones bancarias en Estados Unidos.

Según el portal estadounidense Político, los impulsores del proyecto justifican el impuesto como una vía para generar ingresos que fortalezcan la seguridad fronteriza. También que puedan financiar programas internos sin aumentar los impuestos a los ciudadanos estadounidenses.

¿A quiénes afecta el impuesto de remesas?

De ser ratificada por la Cámara de Representantes, la legislación entraría en vigor el 31 de diciembre de 2025, lo que daría un margen para que las familias migrantes se preparen. El impuesto no afectará a quienes usen medios digitales para enviar dinero, como aplicaciones móviles o transferencias desde cuentas bancarias estadounidenses.

Sin embargo, organizaciones de defensa de migrantes y economistas señalan que muchas personas aún utilizan envíos en efectivo, sobre todo quienes no tienen acceso a cuentas bancarias o viven en zonas rurales. Por eso, el impacto será mayor en sectores más vulnerables, tanto en Estados Unidos como en países como Nicaragua.

El especialista en migración y remesas, Manuel Orozco, del Diálogo Interamericano, advirtió en declaraciones a Confidencial que este impuesto puede reducir el flujo de remesas hacia Nicaragua en hasta 329 millones de dólares anuales. La reducción equivaldría a una pérdida de aproximadamente el 1 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Gobierno de México responde, pero Nicaragua guarda silencio

El gobierno de México anunció oficialmente que prepara un mecanismo para reembolsar el impuesto a sus ciudadanos migrantes, según reportó el medio Mexico Solidarity Media. El objetivo es evitar que las familias mexicanas receptoras de remesas carguen con un costo adicional, dada la importancia económica de esos envíos.

En contraste, el gobierno de Nicaragua no ha emitido ninguna declaración oficial. Al momento de esta publicación, no hay pronunciamientos del Ministerio de Hacienda ni del Banco Central de Nicaragua sobre el tema, a pesar de que el país depende fuertemente de las remesas familiares.

Según datos del Banco Central de Nicaragua, en 2023 el país recibió más de 4 mil millones de dólares en remesas, lo que representó cerca del 26 % del PIB nacional. Un alto porcentaje de esos envíos proviene de Estados Unidos, especialmente desde estados como Florida, California y Texas.

Preocupación por el impacto social del impuesto de remesas a Nicaragua

El medio digital Despacho 505 publicó que diversas organizaciones migrantes han calificado esta medida como “una forma de castigar a las familias pobres que sobreviven gracias al trabajo de sus parientes en el extranjero”. También señalaron que la diferenciación entre envíos físicos y digitales podría crear confusión o prácticas abusivas por parte de intermediarios.

Desde Washington, el senador republicano Bill Cassidy, uno de los impulsores del proyecto, afirmó en conferencia de prensa que el impuesto tiene como objetivo “hacer que quienes envían dinero al extranjero también contribuyan al fortalecimiento del país”. Esta postura ha sido criticada por sectores que consideran que los migrantes ya aportan significativamente a la economía estadounidense.

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Por su parte, Manuel Orozco, experto en temas migratorios, advirtió que una medida de este tipo podría incentivar el uso de canales informales o clandestinos para el envío de dinero. Esta acción pondría en riesgo tanto a los remitentes como a los beneficiarios. “El efecto puede ser contrario al deseado: menos transparencia y más informalidad”, expresó en su cuenta oficial en X (antes Twitter).

¿Qué sigue para la implementación del impuesto de remesas?

Aprobación en el Senado: Ya fue votado favorablemente con mayoría republicana.

Pendiente de ratificación: La Cámara de Representantes debe revisar y ratificar la medida en las próximas semanas.

Posible entrada en vigor: 31 de diciembre de 2025.

Se espera que en las próximas semanas haya pronunciamientos de organizaciones civiles, partidos políticos y gobiernos latinoamericanos sobre los efectos de esta ley. Mientras tanto, se recomienda a las familias receptoras optar por plataformas digitales y mantenerse informadas sobre las vías legales disponibles para el envío de remesas.