
Una tragedia enluta a una familia de la comarca San Antonio, en Camoapa. Una niña de solo 3 años falleció al ser arrastrada por la corriente de un río tras una fuerte lluvia
La niña Arisbeth de los Ángeles Suárez Abarca, de apenas tres años, perdió la vida el sábado 28 de junio mientras su familia intentaba cruzar una quebrada crecida en el sector conocido como Piedra Fina, comarca Quisaurita, municipio de Camoapa, departamento de Boaco.
Su madre, Azalia Abarca, relató que la tragedia ocurrió cuando intentaban llegar a casa de una conocida, la señora Herlinda Miranda, tras una intensa lluvia que había incrementado el caudal del río en la finca conocida como “La Borden”, propiedad de Junior Barrera.
La menor era llevada a caballo por su hermana mayor, Escarleth Natalia Suárez Abarca, de 15 años, quien también fue arrastrada por la fuerte corriente. Sin embargo, Escarleth logró salir con vida, mientras que Arisbeth fue encontrada sin vida horas después, a unos 300 metros aguas abajo.
Comunidad consternada por la pérdida de la niña Arisbeth
El dolor ha invadido a la comunidad católica de San Antonio y a las áreas pastorales vecinas. Azalia Abarca es delegada de la Palabra de Dios en la capilla Guadalupe del sector Piedra Fina.
Miembros del consejo parroquial y personas de distintas comunidades se unieron para acompañar a la familia durante el velorio y expresar su solidaridad.
El domingo por la tarde, llegaron hasta la vivienda donde fue velada la menor para acompañar a los padres, Gabriel Suárez y Azalia Abarca, en su duelo.
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Durante la ceremonia religiosa, los delegados de la Palabra —Regino Fernández, Magdalena Taleno y Valentín Miranda— ofrecieron oraciones por el alma de la niña y fortaleza para la familia. También hicieron un llamado a la prudencia, especialmente durante la temporada lluviosa.
Iglesia y comunidad acompañan a la familia en su dolor
El Padre Reynaldo López, junto al Consejo Parroquial de la Parroquia San Andrés Apóstol, también expresó su pésame. En un mensaje difundido en redes sociales, se unieron al duelo de la familia Abarca y elevaron oraciones por el eterno descanso de la niña.
“Que el Señor le conceda fortaleza en este momento tan difícil, y a su pequeña hija, el descanso eterno en el regazo amoroso de Dios”, dice parte del mensaje. También recordaron el versículo bíblico: “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido” (Salmo 34,18), como consuelo para la madre y toda la familia.
Una comunidad unida por la fe y la solidaridad
La tragedia de la familia Suárez Abarca ha generado una ola de solidaridad entre vecinos y feligreses. La fe ha sido el refugio para enfrentar esta dolorosa pérdida, y la comunidad ha respondido con amor y apoyo.
Después de la celebración de la Palabra, se realizaron las honras fúnebres de la pequeña Arisbeth. Fue despedida entre oraciones, lágrimas y la esperanza cristiana de que ahora está en la presencia de Dios.
“Hay que pedir a Dios y a la Virgen la fortaleza para nuestros hermanos en la fe en Jesucristo”, dijeron los delegados durante la despedida.