El caso de femicidio y parricidio ha estremecido a la comunidad y reabre el debate sobre la violencia machista en Nicaragua

Femicidio y parricidio. Julissa Asunción Montoya Chavarría, de 46 años, y su hija Julissa de los Ángeles Morales Montoya, de apenas 13, fueron veladas la noche del lunes 23 de junio en el barrio Yuris Ordoñez de Tipitapa. Ambas víctimas fueron sepultadas este martes, rodeadas del dolor y acompañamiento de sus seres queridos.

El crimen ocurrió el domingo anterior en la zona de Villa Feliz, contiguo a Villa Reconciliación Sur, en Managua. El presunto responsable es Bayardo de Jesús Morales Osorio, de 47 años, exesposo de Julissa y padre de la menor, quien después de cometer el femicidio y parricidio, se quitó la vida por la vía del ahorcamiento.

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Según versiones de personas cercanas, Morales Osorio atacó primero a su expareja y luego asesinó a su hija, quien intentó defender a su madre. Ambos cuerpos fueron encontrados sobre una cama, tomados de la mano y adornados con flores, en una escena que impactó profundamente a las autoridades y a la comunidad.

Entre un ramo de flores y tomadas de la mano fueron encontradas fallecidas, madre e hija después de ser asesinadas
Entre un ramo de flores y tomadas de la mano fueron encontradas fallecidas, madre e hija después de ser asesinadas. Foto: Redes Sociales.

Crónica de una muerte anunciada

Aunque no hay una versión oficial sobre el motivo del crimen, vecinos relataron que la relación entre Julissa y Bayardo estaba marcada por constantes conflictos. Para muchas personas, este acto violento era una “crónica de una muerte anunciada”.

Morales Osorio tenía antecedentes por violencia intrafamiliar y había estado preso por amenazas contra su esposa. Había sido liberado recientemente bajo un régimen de prueba que vencía en septiembre. Antes de suicidarse, publicó estados en WhatsApp donde prácticamente confesó el doble crimen.

La Policía Nacional descubrió la tragedia tras una alerta hecha por familiares del agresor, quienes se preocuparon al ver los mensajes que había compartido. Al ingresar a la vivienda, encontraron a las tres personas sin vida.

Indignación por el aumento del femicidio en Nicaragua

Este caso ha generado indignación y consternación a nivel nacional. Organizaciones de derechos humanos han reiterado su preocupación por el incremento de femicidios y parricidios en Nicaragua, así como la falta de medidas efectivas para proteger a las mujeres en riesgo.

En lo que va del año, múltiples casos de violencia machista han sacudido al país, pese a que existen leyes que penalizan este tipo de crímenes. Sin embargo, la implementación y seguimiento de medidas de protección continúan siendo una deuda del sistema de justicia.

Familiares, amistades y personas solidarias han exigido justicia simbólica y acciones concretas del Estado para evitar que se sigan perdiendo vidas por la violencia de género. El caso de Julissa y su hija es un triste recordatorio de que muchas mujeres aún viven sin protección.