Una tradición espiritual profunda

Desde muy temprano, el pasado sábado 2 de noviembre, los camoapeños se dieron cita en el cementerio municipal para rendir homenaje a sus fieles difuntos con ofrendas florales. Esta fecha tiene un significado espiritual especial. La iglesia enseña que es un deber orar por aquellos que han pasado a la presencia de Dios.

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Durante todo el día, las parroquias de la ciudad celebraron misas en conmemoración de los difuntos, brindando a los feligreses la oportunidad de ofrecer eucaristías por el descanso eterno de sus seres queridos. Estas ceremonias son una parte fundamental de la tradición, uniendo a la comunidad en un acto de fe y recuerdo.

Testimonios de los asistentes en el día de los difuntos

La señora Fermina Salazar llegó al cementerio desde las siete de la mañana, asegurándose de que la tumba de sus padres estuviera bien adornada. “Me gusta venir temprano para que todo esté perfecto. Paso todo el día aquí, solo voy a almorzar y regreso. Rezo el rosario con mis hijas y luego asisto a misa”, compartió.

Por su parte, el señor Pablo Gutiérrez, quien reside en Managua, comentó que viajó desde temprano para enflorar las tumbas de sus familiares. “Aunque vivo en Managua, mis papás y hermanos están aquí. Vengo todos los años para orar por ellos, es una obligación que siento desde pequeño”, enfatizó.

Mensaje del párroco

El padre Erick García, párroco de la iglesia San Francisco de Asís, durante una misa especial del Día de los Difuntos, recordó la importancia de este día. “La iglesia dedica este día a pedir a Dios por el descanso eterno de las almas. A través de nuestras oraciones, estas almas pueden alcanzar la presencia de Dios y, a su vez, se convierten en intercesores por nosotros”, explicó el sacerdote.

Esta efeméride fue establecida en el año 998 por el monje benedictino San Odilón de Francia. Siendo adoptada por Roma en el siglo XVI y posteriormente difundida en todo el mundo. Está relacionada con la celebración católica del Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en México, y su propósito es orar por los fieles fallecidos y aquellos en purificación en el Purgatorio, según la doctrina católica.

La celebración se basa en la creencia que las almas de los fieles que no han sido purificadas de pecados veniales no pueden alcanzar la Visión Beatífica. Por ello, los creyentes ofrecen oraciones, sacrificios y la misa en memoria de sus difuntos, buscando su bienestar en el más allá.