El incremento en los precios de los medicamentos, sobre todo antigripales, ha obligado a muchas familias a recurrir a remedios caseros. En estas soluciones, ellas, las abuelas tienen la palabra

En los últimos días, los centros de salud comunitarios y los hospitales de referencia nacional reportan aumento de pacientes con enfermedades en las vías respiratorias, alertan médicos de esos centros, por ello, muchas familias han recurrido a remedios caseros por el incremento en los precios de los medicamentos.

Todavía el Mapa de Salud y los boletines epidemiológicos del Ministerio de Salud, Minsa, no actualiza el incremento, incluso los informes en línea aún tienen pendiente agregar números del año pasado. Sin embargo, los especialistas calculan que por neumonía son atendidos al menos 161 pacientes por día.

Hablamos de casi 800 casos nuevos en una semana”, dice uno de los médicos. El año pasado, los informes del Minsa señalaron que la causa más frecuente de hospitalización fue la neumonía con 27 mil 861 casos, seguido de la diarrea y gastroenteritis infecciosa con 15 mil 573, las enfermedades de la vesícula biliar, vías biliares y páncreas con 14 mil 804 y la fiebre sospechosa de dengue con 12.162 diagnósticos.

La población se queja de que en los hospitales solo les dan recetas y los mandan “a descanso” un par de días, mientras los antigripales y medicamentos para atender los virus de la temporada de lluvia han subido en las farmacias. Hace dos semanas, varios ciudadanos reportaron un aumento de entre cinco y diez córdobas en pastillas para estos malestares.

Abuelas al rescate de la salud y la economía

Algunos farmacéuticos con sus negocios en Managua, unos y en Estelí otros, culparon a los laboratorios de las alzas. “A nosotros no nos queda más remedio que aplicarlo”, se justificó una propietaria.

Doña Consuelo González, una señora de 77 años, originaria del Sauce, Municipio de León, procreó ocho hijos en una vida que ella califica de bien vivida. Sus ocho hijos, de los cuales seis son varones y dos mujeres, le han llenado su casa de 14 nietos y dos bisnietos varoncitos.

Contó que todos en casa se han enfermado con las brisas y lluvias de la temporada. “Antes los chavalos no eran tan ñóñeques (vulnerables en su salud) como ahora”, dice la matrona. “Ahora, con un medio chiflido del viento, ahí están enfermos con esas toses de perro”, crítica. Dice que atender las enfermedades en un centro médico, no solo es costoso por tiempo y transporte, lo peor son las medicinas. “Está muy caro eso”, señala.

González dice que de niña, cuando ella se enfermaba, sus padres y sus abuelos le daban “cocimientos de plantas” que además de ser efectivo, no costaban más que “el pichel de agua, el fogón y buscar la planta en los montes y potreros”. “Así uno se curaba”, dice.

Relató, por ejemplo, que “la corteza de un árbol llamado Matahambre o Cuajadita, esa cascarita, se la echo a cualquier medicamento, en un dos por tres te quita dolores de panza o si andas flojito (con diarrea) del estómago”, explica doña Consuelo. “Ya les echo cocimientos a estos chavalos y, mire curados, y sin gastar tanto. Yo recomiendo volver a la medicina natural para males que se pueden curar, así”, remata.

“Para todo mal”, dicen

Sentada en una mecedora que nadie le toca en su casa porque el que lo hace se mete en líos con un bastón rústico que siempre la acompaña, la abuela dijo que existen infusiones caseras para todo mal.

Yo recuerdo que para la tos o catarros nada como un cocimiento de Zacate-limón, esa hierbita es lo mejor, sobre todo ahora que anda dando tantos virus. El otro día una de mis dos hijas, Josefa, la mayor de 51 años, me contó que su chavalo, mi nieto, se le enfermó y pasó dos semanas con una tos, calentura y vómitos. Se gastó casi mil pesos en medicinas. Una barbaridad. Con estas hierbas, no gastaría nada”, señaló la sauceña.

Doña Altagracia nació en Río Grande, municipio de Matagalpa. A sus 79 años asegura que ella nunca ha dependido de medicinas y hospitales para tener salud, ha usado remedios caseros.

Mire, yo me curo sola. Vea, pasé más de 30 años sin padecer de dolores del mes  (menstruales), cero dolores, cero cólicos, siempre tuve a mano mi cocimiento de Salvia, esa es una hoja de un palo milagroso, que pastillas, ni que nada para el dolor de vientre. Oiga bien, no hay nada como la Salvia”, asegura la abuela, una señora tan delgada que puede acomodarse en una banca de las que en el campo llaman “pata de gallina” y donde siempre a las 5:30 toma su “café de palo”.

Se curan con remedios caseros

Míreme 12 cipotes (hijos) y aquí estoy, sanita gracias a la virgencita y a las plantitas que ´el papa Chu´ (Dios) nos dejó”, dice la mujer, que contó también que a sus nietos, los ha curado también con plantas medicinales. “El juancito (Juan), que es el mayor de mis hijos, se me cayó de un palo de Guayaba, por andar de vago; se le hinchó el pie y eran gritos. Tenía nueve años el chavalo viejo, solo necesité ponerle a remojar el pie en un cocimiento de hoja de Mango Mechudo y en dos horas ya andaba corriendo el cipote”, contó doña Altagracia.

Los hijos y nietos de doña Crecencia Suazo, una mujer de 91 años nacida en Yalagüina, municipio de Madriz, heredaron de ella “la fe” en las plantas medicinales. “Mi mamita parió siete chavalos y todos vivos estamos. Nos curaba con plantas, ahora nosotros curamos así a los chavalos nuestros”, dice una de sus hijas mayores.

Aquí curamos la tos de esos chavalos, el dolor de panza o cualquiera de esas enfermedades, a no ser que la cosa se ponga grave, que no pasa siempre porque esos chavalos son fuertes”, reiteró la hija de Suazo.

Recordó que la hija de un tío se vio mal después de la operación que los doctores le hicieron (cesárea), “para sacarle a carlitos, que es su primer niño”. “Mi mamita dijo que ella agarró aire. La mataban los cólicos, entonces ella (doña Crecencia) mandó al marido al monte a buscar una Brea de Trementina, la envolvió en una tirita de tela y se la puso, a la media hora la mujer estaba como nueva”, relató.

Los remedios y yerberas están en los mercados

Se visitaron algunos tramos del mercado Oriental, específicamente en el galerón de los pescados, detrás de dónde fue la azucarera. Ahí se encuentra a una de las pocas propietarias de tramos de ese mercado, dónde se comercializan estas hierbas que sirven como remedios naturales. Pidió que la llamaran Ramona. “Sí, aquí está viniendo mucha gente a buscar las hierbitas sanadoras”, comentó.

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Aquí es bien demandada la Cúrcuma, un desinflamatorio natural. Se bebe en té, otra que tiene mucha demanda es la Moringa, más conocido como Marango, también tiene demanda la Albahaca, Sábila, la hojita de Orégano, que es buenísimo, el mejor antibiótico natural”, dijo la comerciante.

Una serie de hierbas medicinales como la Cúrcuma, el limón, entre otros para aliviar algunas enfermedades
Una serie de hierbas medicinales como la Cúrcuma, el limón, entre otros para aliviar algunas enfermedades

La verdad es que hay tantas plantas medicinas, que no es necesario recurrir a tanta pastilla y así uno se ahorra unos centavitos”, recomendó.