
Productores esperan que las semillas resistan
Según los pronósticos, se prevé que las lluvias intensas permanezcan hasta en el periodo canicular en el pacífico, afectando a productores de los departamentos de León y Chinandega, zonas donde se alertó por inundaciones y deslizamientos de tierra tras los aguaceros registrados en el mes de junio.
En esta zona del país, los productores siempre han tenido grandes expectativas en cuanto a la producción, pero las experiencias vividas en los inviernos pasados por la dureza de las condiciones meteorológicas los pone “sobre aviso”, para arriesgarse a sembrar.
Una alerta que preocupa a Mayra, vendedora de elotes en la comunidad de Israel, municipio de Villanueva–Chinandega. Una zona afectada cada invierno por el desborde del río Estero Real.
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Mayra dice que alquiló una parcela pensando que sacaría sus “granitos de maíz”, en agosto próximo, pero con tanta agua que llegó a las huertas y más por la crecida del río, se afectaron sus cultivos. No obstante, es optimista y cree que la semilla resistirá. “Las autoridades deberían estar aquí para hacer su monitoreo en otras fincas cercanas y comunidades fronterizas con Honduras, donde también se reportaron afectación”, señala.
Agua llega copiosa y tardía
El mismo panorama vislumbra don Felipe, un pequeño productor de 60 años originario de Quezalguaque, quien sembró cinco manzanas de maíz. Sin embargo, le preocupa que las lluvias abundantes puedan provocar la saturación del suelo, la pudrición de las plantas, así como el incremento de plagas y destrucción de los cultivos por la falta de sol.
Según don Felipe, esta lluvia no dará solución a los problemas de sequía que se han tenido en el verano porque ha llegado tarde y con mucha agua. “Eso es un pronóstico de inestabilidad para nosotros, los productores”, expresó con preocupación.

Un especialista de campo en tema de seguridad alimentaria en la región de Occidente, explicó que los registros de lluvia que cayeron en los primeros 25 días del mes de junio representan un promedio de 429 milímetros de agua.
“Es decir, con esta cifra ya cumplimos las normas históricas nacionales del ciclo. Creemos que nos puede caer un poquito más, y me parece que han sido bastante buenos a diferencia de El Salvador, Guatemala y de algunas zonas de Honduras donde se registraron más afectaciones”, enfatizó el especialista.
Alternativas para los productores
El café, el cacao, maíz, frijol, pitahaya y el aguacate, se perfilan como los cultivos más rentables en Nicaragua en este año. Según Danilo Carrillo, productor de aguacate de occidente, para él la agricultura en Nicaragua enfrenta como principal desafío adaptarse al clima, buscar cultivos alternativos y entrar a un mercado global dinámico y cada vez más exigente en términos de sostenibilidad y calidad.
Asegura que el café, el cacao, pitahaya y el aguacate, son algunos de los cultivos más rentables para los agricultores. Este año, ellos ofrecen la posibilidad de diversificar sus cosechas a los agricultores, apostando por productos con alto potencial de comercialización en los mercados internacionales.
Carrillo, originario de León, se refirió sobre todo al aguacate, al que califica como el oro verde que está cada vez más en auge mundial, y Nicaragua podría convertirse en un fuerte exportador. “El aguacate que se cosecha en Nicaragua es de buena calidad y podría convertirse en uno de los productos más lucrativos para los productores, gracias a su demanda internacional, especialmente en los mercados de Estados Unidos y Europa”, expresó don Danilo.
Aseguró que el clima del país, pese a su inestabilidad, es ideal para la producción de aguacates de alta calidad. “El aguacate ha demostrado ser particularmente rentable, por la calidad del fruto. Actualmente, los principales compradores son Costa Rica, Honduras y El Salvador, pero el mercado internacional está interesado”, afirmó el productor.
La presión de hacer rendir la tierra
La mayoría de los productores coinciden que la inseguridad que vive el sector agrícola en el país es producto de las presiones económicas, políticas, sociales, climáticas y de mercados exigentes en la calidad de los productos. Para el productor Justino Espinoza, hay una falsa percepción con el tema de los temporales lluviosos, al explicar que un buen invierno “no se traduce en buena producción”.
“Es verdad que el agua es una bendición por efecto de las lluvias, pero en el campo estamos sufriendo mucha presión y muchas carencias para hacer producir la tierra. Es todo un desafío; insumos caros, malos caminos, no hay financiamiento, no hay técnicos, en fin, estamos abandonados”, resalta.
Ello, pese a que, el ministro agropecuario, Bosco Castillo, aseguró a medios oficialistas, “que el campo crece y evoluciona de forma dinámica, con asistencia técnica, acompañado por 4,500 técnicos que le dan seguimiento al total del área preparada para la siembra de primera”. “El punto es que no los vemos a esos técnicos, por aquí”, reclama un productor de occidente.
De acuerdo a los indicadores presentados por Castillo, se cultivaron en Nicaragua para la siembra de primera en frijol 125.000 manzanas, un 3.5% más que la siembra de primera del año pasado, en maíz 300 mil manzanas, un 6% más, y en arroz 46 mil manzanas, un 12% por ciento más que en el mismo ciclo del año pasado.
De acuerdo al plan de producción Nacional Consumo y Comercio 2023 – 2024 se espera un crecimiento de hasta un 4% en cuanto a la producción en granos básicos. Los números de esa proyección, señalan que en cuanto a frijol rojo se esperan 4.9 millones de quintales, arroz 6.3 millones de quintales, maíz 8.8 millones de quintales y sorgo rojo 453 mil 600 quintales.