Año con año las cifras de muertes por accidentes de tránsito han incrementado en Las Segovias de forma considerable. En el 2021 se registraron 38 muertes, en el 2022, 56 y el año pasado 113

El primero de febrero pasado amaneció soleado en Condega, antiguo pueblo de Las Segovias. La niña J.Y.D.T. estaba contenta con la decisión de su mamá de haberla elegido para que la acompañara a varios mandados. Lo que nadie esperaba, es que la menor, de 11 años, le soltara la mano a una amiga de su mamá con la que iban y cruzara sin precaución la carretera panamericana. Fue arrollada mortalmente por un bus que transportaba trabajadores de una empresa del tabaco en la comunidad de Piedra Larga.

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La menor no corrió con la misma suerte que otros cinco niños más que antes fueron embestidos por vehículos y los que todavía reciben tratamiento médico para cicatrizar las heridas sufridas en accidentes de tránsito. Este tipo de tragedias, este año, ha arrebatado la vida a más de 50 estelianos en la región norte de Las Segovias.

Cruces a orillas de la carretera

En el hogar de J.Y.D.T. hay luto, dolor y sentimiento de culpa. Su familia quisiera regresar el tiempo atrás y dejar a la niña en casa. “Estaría viva”, dice un familiar. En la escuela de la comunidad a la que asistía la recuerdan bastante. Allá ella cursaba el sexto grado de primaria. “Nadie la olvida, era una niña con buen comportamiento, buena alumna y siempre con alta disponibilidad en las actividades recreativas”, señala una maestra.

A orillas de algunos tramos de la carretera panamericana, pavimentada de asfalto, o vías adoquinadas y caminos de tierra se puede ver cruces de maderos, concreto o de metal que indican que ahí perdió la vida, en alguna fecha determinada, uno o más ciudadanos víctimas de trágicos accidentes de tránsito. Un ejemplo de ello, es la que recuerdan tragedias ocurridas cerca del poblado La Trinidad, sobre la temible cuesta “La Kukamonga” o bien cerca del área urbana del municipio de Condega, Ducualí y los Empalmes de Palacagüina Yalagüina como también la ciudad de Ocotal, Jalapa o Somoto.

Tragedias no se detienen en Las Segovias

55 accidentes de tránsito han ocurrido desde enero hasta la fecha en esta zona. Según algunos oficiales de tránsito de la Policía en Estelí, Madriz y Nueva Segovia, la cifra de fallecidos que hasta ahora son 24, pero “a este ritmo” en diciembre podría superar al año 2022 que fueron 56 y 2021 que se contaron 38.

En el caso del año pasado, los registros fueron escalofriantes: 113 personas perdieron la vida en las vías de toda la región norte de Las Segovias. El doble y hasta el triple de años anteriores.

“Las zonas más propensas a los accidentes siguen siendo la cuesta La Kukamonga, zonas de Condega, Ducualí, empalmes de Palacagüina y Yalagüina, Somoto, Ocotal y Jalapa. Las causas son las mismas; conducir en estado de ebriedad, alta velocidad, malas maniobras y no respetar las señalizaciones de tránsito”, manifestó Javier Martínez Lazo, conductor de camión de transporte de ganado en Estelí.

Por su parte, Ramiro del Carmen Ponce Molina, propietario de un camión comercial de verduras en la ciudad de Ocotal, cabecera del departamento de Nueva Segovia, dijo que, en esa zona, principalmente en el municipio de Jalapa, quienes más se han visto involucrados en los accidentes de tránsito han sido conductores de motos.  “Si vemos las cifras de muertes que brinda la policía en los medios de comunicación quienes más han perdido la vida son motociclistas”, puntualizó.

Jóvenes al volante

En lo que va de este año, unos 50 motociclistas se han visto involucrados en más del 60 por ciento de los accidentes de tránsito en esta región, donde las causas siguen siendo conducir a alta velocidad, en estado de ebriedad, realizar malas maniobras o manejar temerariamente.

Sobre esto último hay denuncias de conductores jóvenes que hacen acrobacias en motocicletas a altas velocidades, sin importarles los riesgos al que se exponen o exponen a los demás usuarios de las vías. Además, hacen competencias ilegales de velocidad en las que participan sin usar cascos.

“Muchos de esos chavalos que andan en estas motos son adolescentes, si no vea que entre los muertos por lo menos hay cuatro y siete lesionados. No tienen experiencia para conducir porque no pasaron los cursos de manejo. No sé cómo llegan a obtener licencia para conducir”, cuestiona doña Aura del Socorro Martínez Mondragón, habitante del barrio El Rosario de la ciudad de Estelí, donde en esta ciudad, circulan más de 11 mil motos.

Según un oficial de tránsito de la policía en Estelí, esta cifra de motos podría seguir creciendo en los próximos cinco años, debido a que se ofertan a bajos costos y los chavalos a temprana edad logran conseguir empleo en las fábricas de puro, donde tienen facilidad de gestionar la compra de una unidad de este tipo de vehículo.

“Tenemos registros donde en una sola empresa purera existen hasta mil motos estacionadas que les pertenecen a sus trabajadores. Ya no digamos motos de jóvenes que son compradas por sus padres”, dijo el funcionario de forma extraoficial.

“Urge atender el problema”, dicen ciudadanos

Otro agente consultado recordó que el primer fallecido de este año en Nueva Segovia fue un motociclista de nombre Jairo Edgardo López Espinoza, de 19 años. “El suceso se registró la madrugada del lunes 1 de enero, a la altura del kilómetro 276, en la comarca Puntalito del municipio de Jalapa. La víctima invadió el carril en el que venía otra moto”, terminó diciendo.

Ponce Molina cree que las muertes en las vías es algo que debe preocupar a las autoridades y no solo contar a las víctimas. “Este es un problema que debe revisarse, si vemos las cifras de muertes que brinda la policía en los medios de comunicación, quienes más han perdido la vida son motociclistas. Eso no puede seguir, nadie debe morir en las vías, es responsabilidad de todos”, puntualizó.