
El miércoles catorce de febrero marca una de las efemérides más sonadas comercialmente del año, el día del amor y la amistad. Sin embargo, algunas personas afirman que estos dos sentimientos humanos deben forjarse todos los días, para que sea duradero y auténtico.
Este día también la iglesia católica festeja la memoria de San Valentín, que se dice fue un sacerdote dedicado a la promoción del matrimonio.
La joven Silvana García es pobladora de Camoapa. Expresó que es bueno celebrar el día del amor y la amistad. Es una oportunidad para expresar un sentimiento bonito a tu pareja o agradecer a un buen amigo. “Yo considero que esa dos cosas serán más fuertes en la vida de alguien cuando se trabaje todos los días del año. En mi caso sí tengo pensado salir con mi novio ese día, pero siempre procuro expresarle mi cariño a cada momento”, enfatizó.
Por otra parte, el señor Francisco Jirón, ciudadano camoapeño, aseguró que el amor que le tenía a su esposa cuando estaba viva siempre se lo demostró en todos los momentos, principalmente en los más difíciles como pareja. “Yo enviudé hace algunos años, pero yo siempre traté de darle lo mejor a mi esposa en vida, lo que estaba a mi alcance. Ahora se ven bonitos todos los arreglos, pero yo creo que a veces se le da más importancia a los regalos que a un buen sentimiento”, indicó el poblador.
San Valentín, mártir del amor y la amistad
Según relatos cristianos, San Valentín fue un mártir. Un sacerdote que fue torturado y asesinado por su culto. Su vida se desarrolló en los primeros tiempos del cristianismo en Roma. Cerca del siglo II, cuando esta religión era perseguida en el imperio y sus fieles, asesinados.
Algunas fuentes sostienen que por su labor pastoral, Valentín siguió casando a los soldados aun después que el emperador romano Claudio lo prohibiera. Por esto fue apresado y según se cree, asesinado por las autoridades.
Más allá de las contradicciones y dudas que existen respecto de sí, efectivamente existió o no un sacerdote llamado Valentín que casó a parejas en contra del imperio. Lo cierto es que en el año 496 el Papa Gelasio I estableció que San Valentín debía celebrarse cada 14 de febrero.
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De este modo, aunque no es seguro que esa haya sido la fecha de su fallecimiento, la Iglesia impuso esa fecha con el objetivo de resignificar prácticas paganas existentes.