En Camoapa la celebración de la Inmaculada Concepción de María, ha tenido varias transformaciones. Hace unos cincuenta años, solo unas cuantas familias la festejaban, luego se promovió en los barrios y hace poco se promovió de casa a casa. Sin embargo, algunos fieles católicos locales concuerdan que en la actualidad hay mucha nostalgia de esos años donde la fiesta de la purísima, era sonada.

La señora Zoila Valle, ministra de comunión y fiel devota de la Inmaculada, rememora cómo a lo largo de los años la devoción a la Purísima ha crecido en las familias. “Yo me acuerdo de que eran pocas las personas que hacían esa celebración, pocas las casas, eran alegres porque la gente compartía la naranja con sus banderitas y los gofios, eso ha cambiado un poco”, explicó la feligresa.

Valle también recuerda cómo los barrios de Camoapa se esmeraban con la visita de la purísima a los sectores de la ciudad y como cada habitante preparaba su gritería. “Por ejemplo, el barrio Loma Linda se lucía con las carrozas que traían alquiladas desde Granada. Eso era una belleza, o la calle de la virgen que nosotros conocemos, las familias adornaban las aceras, hay una gran nostalgia”, aseveró la pobladora.

Existe un vacío en la celebración de la Inmaculada Concepción de María

La devota católica, asegura que este año igualmente de manera particular las familias están festejando la gritería. Reconoce que existe un vacío en la celebración. “Yo le comentaba hace poco a alguien que aunque cantamos y rezamos, hay una tristeza y no sabemos a qué se debe. Pero la invitación es que siempre la hagamos con la misma devoción”, enfatizó.

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Otra de las feligresas de Camoapa, la señora Virgenza Salazar, recuerda que en su barrio Ramón Obando siempre se destacaba en recibir la imagen de la purísima durante su novenario. “Era una alegría para nosotros, adornábamos la calle con banderines amarillos y blancos, muchas personas sacaban sus maceteras con plantas para adornar frente a las casas, es una devoción única y claro que nos hace mucha falta”, declaró la habitante camoapeña.