Radio Camoapa
Este lunes dieciséis de octubre se conmemora el Día Internacional de la Alimentación, por ello temas como la seguridad alimentaria deben desarrollarse incluyendo a toda la comunidad.
El Estado de Nicaragua debe proporcionar las herramientas para que los pequeños agricultores puedan producir y las familias aprender a sembrar en espacios reducidos, como estrategia para la seguridad alimentaria.
Para la ingeniera agrónoma Lucia Sequeira, el tema de la seguridad alimentaria en la actualidad es muy sensible porque se tiene que producir alimentos para una gran cantidad de población. “La tierra sub utilizada es otro gran problema que enfrenta esta situación a nivel mundial. Yo considero que los estados deben garantizar créditos y herramientas, principalmente a los pequeños agricultores, que muchas veces sostienen a las comunidades”, enfatizó la experta.
La ingeniera Sequeira agregó que las familias deben contribuir con la seguridad alimentaria en la búsqueda de nuevas alternativas para garantizar la comida en los hogares. “Los pequeños huertos en las casas son una opción para aportar a la seguridad alimentaria. Son iniciativas que no son costosas y que se pueden realizar en el patio de las casas”, recomendó la agrónoma.
Proteger las fuentes hídricas garantiza la seguridad alimentaria
Cada 16 de octubre desde el año 1979 se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una celebración promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objetivo de disminuir el hambre en el mundo.
Cada año, la FAO se centra en un lema para difundir la campaña del Día Mundial de la Alimentación. Para 2023, el lema es: “El agua es vida, el agua nutre. No dejar a nadie atrás”.
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El agua es esencial para la vida en la Tierra, ya que constituye más del 50% de nuestros cuerpos y cubre aproximadamente el 71% de la superficie del planeta. Sin embargo, solo el 2,5% de esta agua es dulce y adecuada para beber, la agricultura y la mayoría de los usos industriales. El agua es crucial para las personas, las economías y la naturaleza, además de ser fundamental para nuestra alimentación. Lamentablemente, el agua dulce no es un recurso infinito.
Factores como el crecimiento de la población, la urbanización, el desarrollo económico y el cambio climático están poniendo una presión cada vez mayor sobre los recursos hídricos del planeta. En las últimas décadas, la cantidad de agua dulce disponible por persona ha disminuido en un 20%, y la calidad del agua también se está deteriorando.
