La profesora Martha Magdalena Calero García, de sesenta y seis años de edad, es una docente de educación primaria que dedicó treinta y seis años de su vida a la educación de niños y niñas de Camoapa. Gran parte de su carrera profesional la desempeñó en la escuela Agustina Miranda de Quezada, que esta semana celebra su sesenta y un aniversario de fundación.
La profesora Martha fue técnica municipal de educación durante cuatro años, y por muchos más como maestra rural. Además, tiene una faceta muy poco conocida como es la de escribir poesía, producción inédita que está a la espera de publicarse.
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La profesora Martha Calero, tiene muy buenos recuerdos de su infancia al lado de su familia, disfrutó de una niñez tranquila y llena de amor. “También recuerdo que fuimos desde pequeños con mis hermanos, muy trabajadores. Le ayudábamos a mi mamá con sus ventas que tenía, nos enseñó el valor de las cosas a una corta edad”, detalló la maestra.
La maestra Calero comenta que su vocación la descubrió por casualidad de la vida, durante unas prácticas para docentes que tuvo que asumir cuando se graduó del bachillerato. “Yo estuve dos años en la Calamidad, ahí inició mi carrera. Luego me trasladaron a la escuela número dos, que en ese momento se llamaba Víctor Picado, donde impartía clases en los corredores, porque no había aulas”, enfatizó.
Dedicó mucho esmero en brindar educación de calidad
La profesora Martha, indicó que a lo largo de su carrera magisterial tuvo muchas satisfacciones. Reconoce que su mayor gusto es el reconocimiento de los estudiantes, padres y madres de familia. “Tengo una anécdota muy bonita, sobre una nota que me dejó un estudiante en un libro de texto y que encontré muchos años después, donde me agradecía por la educación que le brindé”, dijo orgullosa la educadora.
La profesora Odilí Guillén, también docente jubilada y compañera de labores de la maestra Martha, expresó que logró forjar una relación de hermandad con Calero. Afirma que es una mujer dedicada, que amó su trabajo. “Trabajamos por mucho tiempo juntas. Te puedo decir que es una excelente profesional, que le gustaba enseñar y se miraba en sus aulas de clases, para mí una excelente educadora”, aseveró.
La profesora Guillén comentó que una de las situaciones más difíciles que le ha tocado sobrellevar a la profesora Martha, es la pérdida reciente de una de sus dos hijas. “Yo la comprendo porque también perdí a un hijo y ella estuvo incondicionalmente a mi lado, ahora me correspondía a mí darle aliento y fortaleza. Fue muy difícil para ella esa situación, pero con la ayuda de Dios ha salido adelante”, declaró.
Responsabilidad con el futuro profesional
La profesora Martha Calero agregó que hay situaciones como docente que deben enfrentarse. Siempre procurar brindar una educación de calidad a los niños y niñas. “Por ejemplo, trabajar con los niños con capacidades diferentes, integrarlos a la dinámica educativa y del aula de clases es difícil, pero se ha logrado con paciencia. Creo que todos los maestros tenemos la responsabilidad con el futuro profesional de estos pequeños”, detalló.
En la actualidad, Calero, se encuentra completamente retirada de impartir clases, incluso de manera particular, después que dedicó más de 35 años a la enseñanza de niños y niñas. Pero es una mujer activa que participa en otros espacios como en la junta educativa de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Camoapam R.L., donde es miembro desde hace algunos años.