La mañana de este martes veinticinco de julio la comunidad católica de Boaco se reunió en el templo de esa ciudad para participar en la celebración principal de su fiesta patronal, en honor al apóstol Santiago, conocido como el primer mártir de la iglesia universal. La misa estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Granada, monseñor Jorge Solórzano y varios sacerdotes de esta zona pastoral.

El obispo Jorge Solórzano, felicitó a los boaqueños por su fiesta patronal y los instó hacer sacrificios por su fe, a pesar de las dificultades, como lo hizo el apóstol Santiago. “Nosotros como cristianos no tenemos que buscar el poder o los aplausos, Cristo nos invita a ser servidores, principalmente de aquellos que más lo necesitan y de los desposeídos”, enfatizó el prelado católico.

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El párroco de esa iglesia, padre Alan Alfonso Paisano, agradeció la presencia de los sacerdotes en la eucaristía solemne. Considera como un gesto de unidad. “También quiero agradecer a todas las personas que colaboraron con la festividad patronal, que dieron su tiempo y trabajo, para que todas las actividades se efectuaran con éxito”, detalló el sacerdote.

Festividad en honor a Santiago Apóstol finaliza el 31 de julio

La festividad en honor al apóstol Santiago, en el municipio de Boaco, concluirá el próximo treinta y uno de julio a las cinco de la tarde, cuando se realizará la tradicional subida de la imagen del santo al altar mayor de ese templo.

El apóstol Santiago no es solo patrono de Boaco, también se festeja en Managua, donde es el patrono de la capital de manera oficial. También se conmemora en los municipios de Jinotepe, Somoto, Nindirí y Chinandega, con sus propias particularidades.

Santiago, era hijo de Zebedeo y hermano de San Juan Evangelista, autor del cuarto de los Evangelios y parte de los doce apóstoles. Los dos hermanos eran pescadores del mar de Galilea, donde los reclutó Jesucristo. Desde entonces, Santiago formó parte del círculo más cercano del llamado profeta.

Después de la crucifixión de Jesús, el apóstol Santiago se dedicó a predicar la nueva fe, contribuyendo a la difusión del cristianismo en occidente. Una tradición española, no oficial, supone que viajó a Hispania para predicar por encargo del propio Jesucristo y que se le apareció la Virgen María en Zaragoza, España.

El apóstol murió decapitado durante las persecuciones contra los cristianos que ordenó el rey de Judea, Herodes Agripa uno.