La agrónoma, Yohora Merlo, ve como factores que impiden el consumo de leche: su alto precio y la escasez. La mayoría de la producción láctea de Chontales, es acopiada por manteros y la industria. Posterior, la transforma en una gama de sus derivados que gozan de alta demanda en el mercado local y nacional.

“Estamos muy claros que un alto porcentaje de ganaderos prefieren vender la leche que transformarla o sacarla de sus fincas y llevarla a vender a sus casas. Ya esos lugares donde se vendía leche no existen en Juigalpa”, dijo la también comunicadora.

Señaló Merlo, que la pediatra que atiende a su hijo le recomendó que debía tomarse dos vasos de leche de vaca al día, pero lo recomendado por la profesional de la salud no lo cumplió a cabalidad. Se le hizo imposible ubicar un sitio donde encontrar un litro del líquido recomendado.

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Yohora Merlo lamentó, que a pesar de que nos ubicamos en una zona ganadera, la ingesta de leche es muy baja debido a que la mayoría de su producción es procesada en diferentes productos lácteos como la cuajada, queso, quesillo, crema y otros.

La leche es medicinal

La leche aporta calcio, por lo que previene la osteoporosis. Su consumo reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama. Ayuda a mantener el funcionamiento del cerebro. Proporciona una gran cantidad de energía.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor de 150 millones de hogares en todo el mundo están involucrados en la producción de leche. En la mayoría de los países en desarrollo, es producida por pequeños agricultores. La producción contribuye a los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria y la nutrición de los hogares.

La leche genera ganancias relativamente rápidas para los pequeños productores y es una fuente importante de ingresos en efectivo, indica el organismo.