
El señor Domingo Fitoria ha dedicado parte de su vida a ser sastre, lo que le permitió profesionalizar a sus cuatro hijos, tres de ellos médico y un ingeniero agrónomo. Está casado con su esposa desde hace cuarenta y seis años y aseguró que inició en ese trabajo por una necesidad económica.
—–Crédito en Camoapa fue dinámico en el 2022—–
Don Domingo tiene ahora 76 años está semiretirado de la costura porque afirma que padece de varias enfermedades y que ahora prefiere descansar el mayor tiempo posible.
«Con mi trabajo pude sostener a mi familia, mi esposa también me ayudaba, es un oficio que da lo suficiente para sobrevivir. Nuestra época más buena eran inicios de año por la entrada a clases y octubre para las fiestas patronales”, indicó el sastre.
El señor Fitoria agregó que en la actualidad a pesar de que hay muchas tiendas de ropa, algunas personas prefieren dar hacer sus pantalones o camisas.
—–Culmina hoy Décimo Festival del Puro, después de tres años de suspensión—–
El negocio siempre funciona, a mí me buscan bastante, la ropa que venden hecha se descostura rápido, o no le queda bien a la gente, por eso es que siempre buscan a los sastres”, explicó don Domingo.
La señora Martha Sánchez, quien es costurera en Camoapa, dijo que siempre hay trabajo en ese oficio porque las personas buscan reparar la ropa.
Hace unos cinco años si había más trabajo, pero aun todavía sobrevivo de mi costura, como todo ha subido las telas, los hilos y las agujas, pues evidentemente nosotros tenemos que cobrar un poco más por cada trabajo”, detalló la trabajadora de la costura.
—–Cooperativa Camoapan realizará asamblea informativa—–
Don Domingo Fitoria reconoce que ahora es mucho más barato comprar la ropa hecha por los altos costos de la tela.
En la actualidad la hechura de un pantalón puede costar unos trescientos o trescientos cincuenta córdobas, a eso hay que agregarle el valor de la tela, que puede variar según la calidad del producto”, aseveró el sastre.