
Durante la segunda jornada de las audiencias orales de la disputa marítima entre Nicaragua y Colombia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Bogotá afirmó que las pretensiones de la nación centroamericana, de delimitar su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas y dentro del espacio de otro país, pueden tener «implicaciones mundiales«.
Eduardo Valencia-Ospina, agente y principal representante de Colombia, aseguró que la demanda de Nicaragua «tiene implicaciones mundiales de las más preocupantes, ya que constituiría un desarrollo lamentable para la Corte en su rol fundamental de garante de la justicia y la paz«.
Y agregó que la propuesta nicaragüense «producirá un patrón desordenado de parches jurisdiccionales en el Mar Caribe» lo que, a su juicio, justifica el rechazo de la demanda.
También manifestó que la petición «no tiene precedentes» y que aseguró que Nicaragua «pertenece al club minúsculo y exclusivo de países que cree que las plataformas continentales extendidas pueden invadir los derechos de 200 millas náuticas de otros Estados«.
Carlos Argüello, principal representante de Nicaragua ante La Haya, dijo que “la posición de Nicaragua es que la plataforma continental, como las áreas marítimas que se superponen entre estados, deben ser delimitadas de acuerdo con el derecho internacional”.
El pasado lunes comenzaron las sesiones orales para escuchar los argumentos de ambas partes sobre dos temas claves que pidió la Corte: si la plataforma continental de un Estado puede extenderse dentro de las 200 millas náuticas de otro y, dos, los criterios en el derecho internacional consuetudinario para la determinación de la delimitación de esa naturaleza.
El miércoles y el viernes se llevarán a cabo más sesiones orales con las respuestas a los alegatos de ambos países.