El cronista deportivo Miguel Mendoza, anunció que se someterá a una huelga de hambre para que le permitan ver a su hija de 8 años.

Después de 15 meses detenido en El Chipote, el periodista y cronista deportivo Miguel Mendoza ha decidido asumir la huelga de hambre como un mecanismo extremo para exigir que se le permita ver a su pequeña hija de 8 años, pese al riesgo que eso representa para sus problemas crónicos de salud. La noticia se conoció este miércoles 21 de septiembre, mediante un comunicado publicado por familiares de Mendoza Urbina.

En el documento compartido en redes sociales, la familia del periodista cuenta que, a través de un abogado, han hecho 11 solicitudes para que se autorice la visita de la niña a su papá en la cárcel del nuevo Chipote, sin obtener respuesta alguna. “no hemos tenido en absoluto una respuesta favorable a la solicitud que se ha hecho 11 veces y la niña tiene derecho de ver a su padre, Miguel tiene derecho de ver a su hija y esto es una tortura, lo hemos dicho, cada día es una tortura psicológica para ambos”, comenta Ramón Mendoza, hermano del periodista encarcelado.

Al preguntársele sobre posibles recursos legales para exigir el derecho de visita de la niña, Mendoza enfatiza que todo lo procedido en contra de su hermano es ilegal. “Sabemos que tenemos todo el derecho y el asidero legal para poder actuar conforme a la ley, pero nos hemos mantenido y lo único que hemos hecho es hacer solicitudes como lo hace cualquier ciudadano”, reflexiona Mendoza.

Salud preocupa a la familia

Desde hace varios meses la familia de Miguel Mendoza ha denunciado el deterioro de la salud del reo político, señalando sus padecimientos crónicos de diabetes, ácido úrico y otros malestares que le aquejan. No obstante, la familia asegura que Miguel mostró la firme decisión de ir a huelga de hambre si al día 19 de septiembre las autoridades mantenían la negativa frente a lo solicitado.

Durante la última visita permitida, el pasado 27 de agosto, Miguel pidió a su esposa Margin Pozo y a su hermano Ramón Mendoza que publicaran su decisión si se cumplía la fecha sin que se permitiera la visita de la niña. Aunque no se le ha podido ver desde ese día, la familia tiene certeza que Miguel ha empezado la huelga de hambre.

Familiares piden una muestra de humanismo

Consientes que la solicitud de ver a la niña está basada en los derechos constitucionales de padre e hija, la familia de Miguel Mendoza apela a un mínimo de sensibilidad humana para que se permita lo solicitado “le pediría que se ponga la mano en la conciencia y le preguntaría si no tiene hijos y le preguntaría que si ellos estuvieran en la situación que se encuentra mi hermano, cuál sería la reacción, tanto suya, la de sus hijos y la de su familia porque creo que se están olvidando que son padres también“ exclama Ramón Mendoza, cuando se le pregunta sobre lo que le diría al juez si pudiera mirarle a los ojos.

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Además de la visita de la niña Alejandrita, la familia exige el derecho de ver a Miguel periódicamente, como lo manda el derecho de las personas privadas de libertad, permitiéndoles la entrega de alimentos y paquetes como corresponde. “Apelamos que se conceda la visita de la niña y nosotros hemos exigido que las visitas sean más constantes, más cercanas, porque cuando ya pasan más de 15 días es una desesperación que hay por parte de los reos de conciencia porque no saben en qué momento podemos encontrarnos de nuevo”, exige Mendoza.

Miguel Mendoza fue presentado públicamente ante las cámaras de medios oficialistas el pasado uno de septiembre, cuando fue llevado sorpresivamente a los tribunales para la realización de una audiencia informativa, sin presencia de su abogado. En esa oportunidad fue posible confirmar visualmente el marcado deterioro de salud del periodista, cuya imagen se había anticipado a la opinión pública mediante un retrato hablado que circuló en redes sociales.