La crecida del río Mayales tomó por sorpresa a las familias que decidieron autoevacuarse ante la emergencia y salvaguardar sus vidas.
El fuerte aguacero que azotó la noche del lunes 19 de septiembre y la madrugada del martes 20, provocó anegaciones en algunas viviendas de los barrios Héctor Ugarte III, Diriangén y San Antonio de Juigalpa, en donde las familias implementaron su plan de respuesta y se autoevacuaron en casas de familiares y amigos.
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Ante la fuerte precipitación los integrantes del Comupred se activaron y recorrieron los sectores vulnerables a las inundaciones, alertando a los pobladores a tomar medidas al momento que el agua ingresara a sus inmuebles, priorizando la evacuación de niños y adultos mayores.
Ríos y quebradas aumentaron sus caudales
La lluvia estimuló el crecimiento del caudal de los ríos Mayales y Las Limas; además, de las quebradas La Carca y del Potrero, estas dos últimas obstaculizaron la circulación de vehículos por algunos minutos a las comunidades de Piedras Grandes y Puertos Díaz.
Uno de los sectores más golpeado fue el anexo al barrio Héctor Ugarte, donde el remanso que provoca el río Mayales, en el lugar donde desemboca el cauce natural que cruza por la zona 7, anegó varias viviendas y sus pobladores las abandonaron y se ubicaron en la parte más alta del sector, a eso de las 2 de la madrugada de este martes 20 de septiembre.
Se autoevacuaron
“La llena del río fue de pronto y creo que nadie la esperaba, porque como a la 1:30 de la madrugada me levanté y el río tenía un caudal inofensivo, me acosté nuevamente y como a las 2 escuché un ruido detrás del zinc de la casa, pero al levantarme, ya el agua me daba a la cintura”, contó Pedro Rafael Hurtado, habitante del anexo al Héctor Ugarte.
Hurtado construyó su casa a cinco metros del río Mayales y cuando su caudal crece de inmediato debe salir. Aunque reconoce que durante la actual temporada lluviosa es la primera vez que se autoevacúa con su esposa que está embarazada y sus dos hijos, quienes en medio de la emergencia salvaron parte de sus pertenencias.
Algunas familias perdieron parte de sus pertenencias
Doña Inés del Carmen Hurtado Requenez, describió la situación que le tocó vivir esa madrugada “como la peor, porque el río me tapó mi casita, unas cosas sacamos y otras se perdieron, ya que al momento que nos enteramos, el agua cubría la mitad de la casa”, sostuvo la damnificada.
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Hurtado Requenez, junto a su familia, improvisaron champas de plástico negro para proteger sus pertenencias y ubicar a los niños, mientras el caudal baja para retorna a su hogar, limpiarlo y determinar que daños hay en su infraestructura.
Durante el día no se registraron lluvias y se espera que los afectados retornen a sus casas este miércoles. También los órganos de rescates reportaron en la bajada de Panmuca un deslizamiento de tierra que no afectó la circulación vehicular.
