Este martes los restos mortales de Amparo del Socorro Cardoza Orozco (55 años), sus hijos: Miguel Antonio Jarquín Cardoza (21 años) y Pedro Hernández Cardoza (42 años) y su sobrino Jonathan Cardoza Rivas (25 años), fueron traídos al país por el puesto fronterizo de Peñas Blancas, en Rivas.

La familia asesinada era originaria de San Dionisio, Matagalpa. También se repatrió el cadáver de José Isidro Orozco Loaisiga (29 años), cuñado de Pedro Hernández y originario de Terrabona, Matagalpa.

En el municipio de Terrabona, del departamento de Matagalpa, ubicado a 104 kilómetros de Managua, familiares y amigos lloran el asesinato de cinco miembros de una familia que fueron ejecutados este fin de semana por narcotraficantes en Costa Rica.

El mediodía de este martes los féretros llegaron al país y trasladados al Instituto de Medicina Legal para realizarles la autopsia correspondiente y posteriormente trasladarlos a su tierra natal.

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Los compatriotas fueron asesinados aparentemente por miembros del crimen organizado en el vecino país, quienes los habrían confundido. Sus parientes piden justicia para que el hecho no quede en la impunidad.

Dos sospechosos de la masacre, de apellidos López Bolívar y Rojas Valverde, permanecerán en prisión preventiva durante 6 meses por orden del juez de Santa Cruz

Jonathan Cardoza, de 25 años, Miguel Ángel Cardoza, de 29 y Amparo Cardoza, de 55, habían llegado a Costa Rica con el propósito de trabajar, alquilaban una vivienda en el poblado de Huacas, de la ciudad de Santa Cruz, Guanacaste, en la que presuntamente vivían narcotraficantes. En los últimos segundos de vida, las víctimas se encontraban haciendo una lista de productos de primera necesidad para ir de compras el día domingo.

El único sobreviviente es Oniel Rayo Cardoza, quién junto a su madre y su cuñado habían llegado hace menos de dos meses por el mismo propósito.