Costa Rica castigará los crímenes de odio con penas de prisión que van de los 20 a los 35 años, con lo que, según el Gobierno, el país cumple con la normativa internacional de protección a los derechos humanos.

El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó una ley que agrega un inciso al artículo 112 del código penal sobre homicidio calificado.

El nuevo inciso 11 establece como crimen de odio «al homicidio calificado que suceda a causa de la nacionalidad, raza, edad, sexo, opinión política, situación migratoria, orientación sexual, identidad o expresión de género, discapacidad o características genéticas», publicó la agencia EFE.

Alvarado dijo que la calificación de crímenes de odio en el Código Penal “busca fortalecer y actualizar el régimen costarricense de protección a los derechos humanos y la igualdad de las personas y poblaciones, en específico, a aquellas que han sido históricamente violentadas y perseguidas por el azar de haber nacido con determinada nacionalidad, etnia, discapacidad o tener una orientación sexual distinta diversa”.