La Alcaldía de Managua dio por inauguradas este domingo las fiestas populares en honor de Santo Domingo de Guzmán, las más grandes de Nicaragua, que por segundo año se desarrollan sin la bendición de la Iglesia católica a causa de la pandemia de la covid-19 y el cardenal Leopoldo Brenes advirtió de “intereses” alrededor de las mismas.

Contrario a los cientos de miles de personas que iban en romería o bailaban alrededor de la imagen de Santo Domingo de Guzmán a lo largo de 10 kilómetros cuando las fiestas eran bendecidas por la Iglesia católica, este año acudieron varios cientos, que festejaron junto con una copia de la imagen, conocida como “Mocito”.

Desde días antes, la Arquidiócesis de Managua, presidida por Brenes, había suspendido las fiestas, para evitar “concentración excesiva de fieles” en tiempos de pandemia.

El Papa Francisco a través de la Penitenciaría Apostólica concedió a Su Eminencia Cardenal Leopoldo José Brenes, Arzobispo Metropolitano de Managua impartir la bendición papal con indulgencia plenaria a quienes participen verdaderamente arrepentidos y movidos por la Caridad en las fiestas en honor a Santo Domingo de Guzmán.

Sin embargo, la Alcaldía de Managua anunció que asumiría la celebración sin la bendición católica, con una imagen sustituta de Santo Domingo, cuando faltan tres meses para las elecciones generales en las que el presidente Daniel Ortega buscará una nueva reelección.