El comedor de ancianos que ha impulsado durante veinte años la parroquia San Fráncico de Asís ha reanudado su atención poco a poco en los últimos meses. En Marzo del 2020 fue suspendido debido a la pandemia.
Antes de la pandemia el comedor funcionada dos veces a la semana y era responsabilidad de los grupos pastorales de esa iglesia. En diciembre del año pasado fue nuevamente abierto pero no han logrado recuperar ese ritmo, afirma Zamira Mayorga, encargada del comedor.
Explicó que en la actualidad el comedor se sostiene gracias al aporte de personas particulares que comparten, por alguna ocasión en especial, un almuerzo para los ancianos. Por ahora solo atienden una o dos veces al mes.
La señora Lourdes Espinoza, dijo que ofrecer alimentos a los ancianos es una obra de caridad que las personas que tienen posibilidades económicas deben experimentar. Agregó que en dos ocasiones ha llevado comida a las personas de la tercera edad, gracias a varios miembros de su familia.