
Inconsciente, con contundentes golpes en su cuerpo y una posible fractura en su pie izquierdo, así quedó un joven que fue identificado solo como Brayan, después que se desprendió de un árbol de mango como de seis metros de altura, ubicado en una vivienda ubicada del Marena-Chontales, cuadra y media al oeste en Juigalpa.
Según testigos, el joven penetró al predio sin el consentimiento del dueño. Se subió al árbol a cortar unos mangos y al estar en la cima se sostuvo en una rama que no aguantó su peso, desplomándose. Cayó al vacío, logrando incorporarse, posterior, abandonó el lugar, pero a escasos metros se desvaneció.
Rosa Ángeles Avilés Martínez, pobladora del sector de la Bodega de la alcaldía de Juigalpa, contó, que cuando su sobrina se dirigía a su trabajo y pasaba por el predio, se quedó impávida al ver como el joven se desplomó y cayó al suelo. En ese instante decidió buscar ayuda rápidamente.
“En realidad fue una caída de muerte, pero gracias a Dios el joven solo resultó con golpes en su cuerpo y una posible fractura. Considero, que los médicos del Hospital de Juigalpa deben revisarlo bien para descartar posibles afectaciones en el resto de su cuerpo”, sugirió Avilés Martínez.
Se subió al árbol de mango a cortar los frutos para comercializarlos
Al lugar llegó una ambulancia de Cruz Blanca-Juigalpa y los paramédicos, luego de examinar al joven y estabilizarlo, procedieron a trasladarlo al Hospital Escuela “Camilo Ortega Saavedra”. Médicos especialistas procedieron a brindarle la atención requerida.
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Se conoció que el joven Brayan habita en las cercanías del Parque Rubén Darío, de Juigalpa. Al parecer cayó en adiciones de sustancias alucinógenas y presumen los vecinos del lugar, que los mangos que cortaba en el patio ajeno, eran para comercializarlos y obtener un poco de dinero para saciar sus deseos adictivos.