
Antes un ave valía hasta 250 córdobas, hoy entre 300 y 400. Campesinos dicen que los costos de crianza han aumentado y además hay poca demanda de la gente por falta de dinero
Este 2023, fue un lujo en Nicaragua llevar a la mesa la tradicional gallina rellena como cena de Navidad. Quizás no sea posible servirla este Fin de Año, debido a la carestía de los ingredientes que se utilizan para este delicioso platillo.
Muchos hogares ubicados en el norte de Las Segovias, se han rendido ante la realidad que implica preparar este plato tradicional, sobre todo, por el alto costo también de su principal ingrediente: la gallina criolla o india. Las gallinas criollas o indias se comercializan hoy en los mercados de Estelí, Madriz y Nueva Segovia a 350, 400 y hasta 500 córdobas. Hasta el pasado año, una gallina criolla costaba entre 200 a 250 córdobas.
Esta semana ha sido notoria la ausencia de la gallina de granja o pollo de granja, a como se le conoce también. La gallina criolla o india siempre ha sido la elección preferida en las celebraciones tradicionales de los hogares de la gran mayoría de la población nicaragüense.
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Con la gallina criolla o india es posible una buena sopa con albóndigas y el pollo asado. Además de otros platos preferidos en las cenas de fin de año como parte de la cuchara del norte de Nicaragua.
Menos gallina en el mercado
Don José Luis Larios Martínez, campesino de la comunidad El Portillo, jurisdicción del municipio de Telpaneca, zona del departamento de Madriz, manifestó que desde hace unos cinco años dejó de criar en el patio de su finquita las gallinas, gallos y pollitos criollos o indios debido a que se las robaban.
“Se ha desatado una robancina de aves de corral. Ya la gente no respeta las propiedades privadas. Nosotros teníamos unas cien aves, pero se metían a robar y poco a poco se las fueron llevando hasta no dejarnos nada”, se quejó.
Dijo que la gente en las comunidades ha dejado de criar aves de corral y por eso se han puesto carísimas. “Imagínese que nosotros llegábamos en aquellos viejos tiempos (muchos años atrás) a vender una gallina de patio en 25 pesos. Ahora cuestan casi 500 córdobas, y eso que ya ni se encuentran. Antes abundaban las gallinas de patio y alimentarlas era barato, pero últimamente cocinamos una gallina para comerla entre la familia cada seis meses”, explicó.
Crianza cara
Otro factor que condujo a la reducción de crianza de las gallinas criollas en las familias del campo fue la crianza y consumo de la carne de gallinas blancas de granja. La diferencia de la gallina india, que es alimentada con maíz, millón o sorgo, la de granja se alimenta de concentrado.
“La sopa de gallina india con albóndigas, es más nutritiva, que una sopa de gallina de granja”, aclara, sin embargo, Luis Emilio López Flores, quien posee un pequeño negocio de comidas tradicionales en las inmediaciones del mercado municipal de la ciudad de Ocotal, en Nueva Segovia. “La gallina india es rica, tiene un sabor agridulce cuando se le pone jugo de naranja agria, chicoria y hierbabuena”, aseguró López Flores.

Por su parte, doña Francisca Estela Ramírez Rodríguez, de la comunidad Los Hatillos del municipio de Pueblo Nuevo, Estelí, manifestó que es muy difícil que la gente con pocos recursos pueda este año prepararse una buena comida de gallina criolla para despedir el año.
“Es que han subido una barbaridad. Además, que todo está caro, una chaya vale 20 córdobas, la libra de papa 45 córdobas, los chiltomas 10 córdobas, la unidad, y ya no digamos otros ingredientes para preparar un relleno”, se lamentó.