
Francisco Javier Zamora no pudo llegar a Estados Unidos, un accidente de tránsito en una carretera en México terminó siendo fatal para él y varios nicas que iban tras “el sueño americano”
Los sueños del costeño Francisco Javier Zamora García eran construir una vivienda propia para su familia. En la nueva vivienda dijo que habría tres cuartos; uno para la niña de tres y el otro para la de 12 años, más el cuarto principal. Le había ofrecido a su esposa, una cocina moderna como la que él había visto en Estados Unidos.
Tenía la ilusión de volver al país y hacerse cargo personalmente de los acabados. Zamora García era el cuarto hermano de seis. Tenía 33 años, su decisión de emigrar fue tan difícil que reunió a su familia y les expuso las razones del porqué debería irse y debatió “los contras”.
“Estamos cansados de rentar, todo está caro aquí y el trabajo está muy bajo, no hay oportunidad para ganar lo suficiente y poder comer y construir nuestra propia casa”, recuerda su hermana Hilka que le oyó decir.
Añadió que aspiraba a poner un pequeño negocio. “Dijo que enviaría para poner una pulpería surtida para sobrevivir. Se iría a Estados Unidos, trabajaría dos años y se regresaría, sería una buena oportunidad”, les dijo. “Mi hermano era un soñador, nunca voy a olvidar lo que esa vez nos dijo”, confió su hermana.
Accidente fatal del costeño
Zamora García era originario de Bluefields, pero residía en Santo Tomás, Chontales, con su esposa y las dos menores. A Zamora García le hicieron una propuesta de trabajo y se unió a un grupo de 12 personas que emprendieron el viaje hacia “el sueño americano”
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El 6 de octubre del año pasado, viajaban en una camioneta en horas de la madrugada, y repentinamente el conductor perdió el control del automotor por el exceso de velocidad, se volcó en la carretera de la comunidad Loma de los Peñones de Veracruz, México.
En el trágico accidente, murieron cinco nicaragüenses, uno de ellos fue Francisco Javier. También resultaron siete lesionados de gravedad.
Según su familia, el costeño siempre fue luchador, valiente y arriesgado. “Él hacía todo por sus hijos y resto de familia. Era un hombre de tamaño grande, fuerte y muy cariñoso”, recuerda su hermana. “Sus niños quedaron solos a raíz de ese viaje, la mamá de ellos lucha sola por ellos, pensamos que si no hubiera tomado la decisión de emigrar a otro país, aquí lo tuviéramos aún”, se lamentó su hermana.