
El padre Mario José Talavera, quien durante seis años fungió como sacerdote de la iglesia San Francisco de Asís, en Camoapa, resumió su misión en el municipio, como una labor de mucha experiencia y esfuerzo, por el trabajo que representa manejar una iglesia de esas dimensiones. Este próximo cuatro de octubre concluirá su gestión en la localidad. Afirma que se retira con un inmenso agradecimiento a la feligresía.
El padre Talavera, quien es originario de Nandaime departamento de Granada, nació el veintinueve de diciembre de 1985, en una familia muy católica. El sacerdote recuerda su niñez muy tranquila, jugando en el barrio donde creció y al cuidado de sus abuelos maternos, que le mostraron desde pequeño ese interés por la vida religiosa.
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El sacerdote Mario, recuerda que gracias a su abuelita y su trabajo como monaguillo, despertó su interés por el sacerdocio. “Yo recuerdo que el padre Mario Sandoval llegó a mi parroquia y fue él quien implementó los monaguillos en esa iglesia. Cuando hizo esa invitación yo sentí la necesidad de asistir, fue así que le insistí a mi abuela que me llevara”, resaltó el sacerdote.
El padre Talavera aseguró que desde muy joven sintió la necesidad de ingresar al seminario. Fue así que de catorce años ingresó para su preparación como ministro de la iglesia. “Yo entré muy joven a mi formación, creo que en todo ese proceso, una única vez sentí que no quería seguir, como cualquier ser humano tiene sus crisis. Logré superarla y creo que me hubiese arrepentido si lo hubiese abandonado”, expresó.
Tenía veinticuatro años de edad cuando fue ordenado sacerdote
El presbítero agregó que a los veintitrés años concluyó su preparación en teología, una edad según las reglas no aptas para ejercer el sacerdocio, pero fue a los veinticuatro que el obispo lo ordenó como ministro de la iglesia. “Como primera misión estuve en catedral cuatro años, luego me fui a España a sacar una especialización en atención a las familias y luego llegué a Camoapa”, detalló.
En su trabajo de seis años en Camoapa, el padre Talavera afirmó que fue una experiencia que le permitió crecer en su trabajo pastoral y personalmente. “Ahora que me voy de acá, voy con otro pensamiento, soy una persona totalmente diferente. Le agradezco a la gente de este pueblo que me recibió con mucho cariño. Fue un trabajo arduo, pero me voy muy satisfecho”, aseveró.
La señora Zoila Valle, ministra de comunión y quien trabajó muy de cerca con el sacerdote, se mostró conmovida por el traslado del padre Talavera. Indica que fue un sacerdote allegado a la población. “Desde mi experiencia personal, siempre que yo busqué su orientación espiritual, ahí estaba él, para aconsejarme. Trabajó mucho por la parroquia, a pesar de que no tuvo ayuda de otro sacerdote y hay que darle un reconocimiento por esa labor”, dijo la feligresa.

El párroco Talavera, en un mensaje al pueblo de Camoapa, insistió que se debe continuar con el trabajo pastoral. Recalcó que esa dedicación a la misión de la iglesia local se debe transmitir a las nuevas generaciones.
El padre Mario Talavera, concluirá su misión este próximo cuatro de octubre en Camoapa e iniciará su trabajo pastoral en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en el municipio de San Lorenzo, que fue creada en febrero de este año. Asegura que asume este nuevo reto, con alegría.