
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que su Gobierno trabaja para evitar un «desborde» migratorio previo a las elecciones intermedias de Estados Unidos del próximo noviembre.
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Cuestionado por el incremento de migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela en los últimos meses, el mandatario descartó un cambio en su política migratoria, pero reconoció su intención de contener el flujo para que no se convierta en un tema en las campañas políticas estadounidenses.
No (habrá cambio en la política migratoria), nada más cuidando que no se desborde para que no se utilice con propósitos políticos electorales», declaró en su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional.
Sus declaraciones se producen en medio del flujo de migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, que representaron más de 55.000 de los indocumentados encontrados en la frontera de Estados Unidos con México en agosto, un aumento anual de 175 %, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional.
La prensa estadounidense ha reportado que el presidente Joe Biden trabaja en un plan para lidiar con la llegada de migrantes, en particular de venezolanos, y que Washington ha presionado a México para aceptar a más migrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití expulsados con el Título 42.
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Sin confirmar estos reportes, López Obrador reconoció que están «trabajando en el tema migratorio de manera coordinada los gobernadores y las dependencias del Gobierno federal porque en estos días, en vísperas de las elecciones en Estados Unidos«, existe «la tentación de utilizar el tema migratorio con propósitos políticos electorales«.