Un 8 de marzo de 1908, un total de 129 mujeres pierden la vida en el incendio de una fábrica textil de Nueva York en la que se habían encerrado para reclamar iguales derechos laborales que los hombres, esta fecha marcaría la lucha de las mujeres en el mundo hasta lograr que, en 1977, las Naciones Unidas lo declararan el Día Internacional de la Mujer.

En Nicaragua este día es marcado por defensoras de derechos humanos que hoy denuncian las sistemáticas violaciones a los derechos de la mujer nicaragüense, la impunidad y la falta de políticas de estado que aseguren la prevención y la violencia contra las mujeres en el país.

 Wendy Quintero periodista y defensora de derechos humanos menciona que en lo que va del año 2021 se registran por lo menos 12 femicidios, casos que en su mayoría permanecen en la impunidad por la falta de atención del sistema de justicia.


Observatorio CPDD- febrero 2021

la mayoría de los femicidas siguen prófugos evidenciando la ineficiencia del sistema de justicia del país más cuando la ley 779 sobre la prevención de la violencia contra las mujeres y su reglamento limita la definición de femicidios a los asesinatos de mujeres solo en el contexto privado además de permitir la mediación entre la víctima y el agresor, lo que aumenta el riesgo de impunidad revictimización y represalias contra ellas.


Wendy Quintero periodista y defensora de derechos humanos

Según Quintero quien colabora con el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, la situación Jurídica se agrava al constatar el actuar ineficaz   de la Comisaría de la mujer y la falta de investigación, sin embargo, ocupan todos sus recursos a reprimir a la población que consideran opositoras al gobierno Ortega Murillo.

 La misma policía no investiga ni brinda protección a las víctimas de abusos y violaciones dedicándose a perseguir acosar y reprimir a la ciudadanía,  a las víctimas de abril, presos y expresas políticas, sus familiares y a personas defensora de derechos humanos.”

El Colectivo exige al Estado “políticas públicas que acaben con la violencia estructural contra las mujeres, el cese de la violencia sexual contra las mujeres utilizadas como método de tortura en el sistema carcelario del país y justicia, porque las nicaragüenses merecen vivir seguras libres de violencia y sin discriminación”.