Algunas voces de la población muestran su rechazo ante lo que llaman injusticia…la facilidad con que los empresarios madereros acceden al recurso para su explotación y lo difícil que resulta para las familias.
Acceder a los permisos para aprovechar la madera de la finca es difícil peor si son variedades como el cedro y el pochote señala la señora Virgensa Gómez.