Desde el 4 de julio de 2018 el monitoreo registra y da seguimiento a estos incidentes en informes diarios, que luego han reportado a organismos internacionales de Derechos Humanos. Entre los principales hallazgos documentados desde julio de 2018 a julio 2020 está el registro de 10,360 incidentes para un promedio de 14 por día, lo que indica que la represión nunca ha cesado, sin embargo, es cíclica y se acentúa en fechas claves.

Las detenciones, agresiones y amenazas han sido las estrategias represivas más usadas por el régimen Ortega-Murillo. El monitoreo recibió 5,600 reportes, esto ha variado a lo largo del tiempo, pero los hostigamientos han sido la forma represiva usada de forma más recurrente, indica el reporte presentado con la participación de la doctora Vilma Núñez del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y Antonia Urrejola, vicepresidenta de la CIDH y relatora de la Comisión Interamericana para Nicaragua.

Un dato impactante es la probabilidad de un 70% que una persona sea asesinada por paramilitares y por elementos del Ejército del 36%.

Violencia de género

El género ha influido en la forma de represión a las personas, “un 35% de incidentes en hombres han estado relacionados con detenciones, en la niñez esto aumenta hasta el 45%. Para mujeres y mujeres trans, los incidentes más recurrentes son amenazas, hostigamientos y agresiones, que suman 62% y 58% respectivamente.

Mujeres trans además han reportado 7.3% relacionados con violencia de género”. Recientemente se conoció del caso de Celia Cruz, presa política de Ometepe que está amenazada de muerte en la cárcel por ser Mujer trans.

Según el monitoreo han recibido reportes de violaciones a Derechos Humanos en todos los departamentos, el porcentaje ha variado según el tiempo y tipo de violación.

Tendencias represivas

Las personas excarceladas viven constantemente hostigadas como estrategia disuasiva y desmovilizadora, otro punto, a estudiar considera el monitoreo, “es la judicialización como estrategia represiva a opositores”.

El Monitoreo Azul y Blanco asegura, continuará registrando y reportando toda violación a los Derechos Humanos de los nicaragüenses, mientras exista un Estado represor.

La comisionada Antonia Urrejola, vicepresidenta del CIDH y relatora de la Comisión Interamericana para Nicaragua, cree que este monitoreo, es fundamental para una perspectiva del futuro, y para el monitoreo que ellos como CIDH realizan, sobre todo cuando la comisión no tiene funcionarios en algunos países.

Urrejola precisa que en Nicaragua estando el MESENI en el territorio tenía la posibilidad de trabajar con las víctimas, con familiares y otras organizaciones, y cuando tuvieron que salir del país por exigencias del Gobierno, han hecho sus análisis en alianza con organizaciones de Derechos Humanos dentro del país.

La relatora felicita el trabajo de Monitoreo Azul y Blanco porque además de documentar muestra mucha seriedad, es muy valiente, donde hay amenazas y violaciones de Derechos Humanos, hacer ese trabajo necesita de mucho valor.

Vilma Núñez, presidenta Cenidh, agradeció la invitación a la actividad y afirmó que la exposición del Monitoreo Azul y Blanco es clara y exacta. Ve en el trabajo reflejado un esfuerzo y compromiso y autenticidad de las personas que lo hacen. Manifiesta “este trabajo servirá como apoyo para la defensa de los Derechos Humanos que siguen ocurriendo” desde 2018 hasta el día de hoy.

Además este monitoreo, asegura Núñez “es un auxiliar importante y debe permanecer el esfuerzo, para la documentación de los casos que Cenidh está investigando, a través de las denuncias recibidas y la petición de las personas que quieren que su caso lo lleven hasta el final.”