Como un pecado gravísimo calificó el presbítero Mario Talavera al hecho de ocultar la información relacionada con el COVID-19. Talavera es párroco de la iglesia San Francisco de Asís en Camoapa, quien aprovechó la misa dominical del 26 de abril para pedir a la comunidad que mantenga las medidas preventivas.

El líder religioso exhortó a las personas a cuidarse y cuidar a los demás, a fin de minimizar los riesgos de contagio, así como continuar en oración, enfatizando que la comunidad debe esforzarse para mantener viva la iglesia domestica.

El padre refirió que la iglesia continua las celebraciones sin la presencia de fieles, auxiliados por los medios de comunicación, porque la amenaza de la pandemia todavía prevalece y cualquiera puede darse cuenta de ello.

En el último informe presentado por El Ministerio de Salud, este lunes 26 de abril, en Nicaragua se mantienen tres casos activos, “no hay transmisión local o comunitaria” y asegura que hay seguimiento de las personas que lo ameritan. Esta actualización proporciona menos información que las anteriores, confirmando la preocupación del padre Talavera.